La felicidad es algo que todos desean, pero que pocos están dispuestos a tomar los pasos para obtenerla
Existen investigaciones científicas sobre la felicidad y estas indican que la felicidad puede aumentarse de diferentes maneras. Ten presente que tú controlas la mitad del nivel de tu felicidad, mientras que la otra mitad está influenciada por tu genética, tus circunstancias y tu ambiente.
Toma un descanso del mundo material
Investigaciones psicológicas sugieren que el dinero no compra la felicidad. Una vez hayas obtenido el dinero suficiente para pagar tus cuentas, costear tu vivienda y transportación, estarás bien. Pero las personas que hacen caridad, dan parte de su dinero a los demás, han registrado mayores niveles de felicidad sobre aquellos que no donan.
Tus relaciones ayudan a que seas feliz
Tal vez no resuene contigo si eres soltera, pero si estás casada – o convives – tu relación es clave para tu nivel de felicidad. Investigaciones han demostrado que conexiones sociales fuertes con otros son importantes para tu propia felicidad. Para que disfrutes de estos beneficios, tu matrimonio debe ser saludable y fuerte.
El forzar el disfrutar, no traerá felicidad
Mientras que hay factores que se pueden controlar, la felicidad ocurre naturalmente, usualmente sin mucho esfuerzo consciente. Es el resultado de vivir una vida balanceada – ocuparte de la familia, atender el trabajo y tener intereses y actividades, según la investigación de Mihaly Csikzentmihalvi. Uno de los resultados más interesantes es que mirar TV es una de las actividades más deprimentes que la mayoría ejecuta. Actividades con una meta tienden a aumentar el nivel de disfrute de la vida.
Ser generosa y agradecida
Las personas dadas suelen ser más felices. Esto está relacionado con #1, pero también porque cuando uno se enfoca en ayudar a otros, no se invierte tanto tiempo evaluando y criticando nuestra propia vida o circunstancias. Investigaciones demuestran que el estar agradecido por todo en la vida – salud, amigos, familia, pareja, trabajo y prácticamente todo – ayuda a ser feliz. Es posible que la gratitud nos recuerda de todas las cosas buenas de nuestras vidas, porque solemos enfocarnos en lo malo.
Enfócate en las experiencias, no las cosas
Las personas que invierten tiempo y dinero en hacer cosas juntos como ir de vacaciones o un paseo de un día, han reportado tener mayores niveles de felicidad que aquellos que se enfocan en comprar una casa más grande o un auto lujoso. Eso es posible porque los recuerdos mantienen una fotografía emocional de la experiencia, mientras que las cosas materiales no hacen un gran impacto emocional en nuestro cerebro. Descarta comprar tantas cosas para ti y tus hijos, sólo se trata de felicidad temporera.
La felicidad se redondea al obtener un propósito e interesarse en los demás. Además, un cuerpo saludable complementa una mente saludable.