Estar pendiente de la vida ajena es el combustible de los chismosos, un deleite para quien no tiene nada más interesante que hacer con su vida. Esas personas son conocidas como chismosas, chusmas e intrigadoras, entre otros términos.
Observar la vida ajena y hablar de las historias personales ajenas es algo peligroso. Como destaca la escritora y presentadora Cristiane Cardoso, los chismes son siempre negativos. “Siempre se encuentran cuando dos o más personas dicen mentiras con la intención de destruir la reputación de una persona”.
Esto nos lleva a pensar que la persona que todo el tiempo revela información de otras personas también puede divulgar por ahí la que obtenga de usted. Entonces es mejor tener cuidado con lo que se habla con una persona chismosa.
Credibilidad
La Biblia describe la fuerza de las palabras. “Manantial de vida es la boca del justo; pero violencia cubrirá la boca de los impíos.”, (Proverbios 10:11). “La muerte y la vida están en poder de la lengua, y el que la ama comerá de sus frutos.”, (Proverbios 18:21).
Las palabras tienen el poder de crear situaciones que pueden unir o destruir relaciones. Por eso, no se deje engañar, esa persona chusma no pasa desapercibida, ella pierde fácilmente la credibilidad y se vuelve una persona poco seria y para nada confiable.
La escritora Nanda Bezerra se refiere a este tema haciendo una analogía interesante. “Piensen conmigo, ¿para qué sirve un baño público? Para deshacerse de todos los desechos que hay en nuestro organismo. ¿Saben qué tienen en común todos los baños públicos? Es que huelen mal”, destaca en 40 Secretos que toda soltera debería saber. En el libro ella recuerda el día en que se dio cuenta de que era un baño público para todo lo podrido que algunas personas cargaban en su interior cada vez que escuchaba comentarios negativos sobre otras personas. Eso hizo que ella comenzara a mirar mal a esas personas, incluso sin conocerlas. Ahí se dio cuenta de que tanta suciedad estaba haciendo que ella huela mal también y descubrió el antídoto para los chismes.
Lo primero que se debe hacer es evitar hablar sobre la vida de los demás, si una persona chismosa comienza a hablar de otros, cambie de tema de conversación o no muestre interés ante ese chisme, y por último, colóquese en el lugar del otro. ¿A usted le gusta ser el blanco de chismes? No, ¿verdad? Entonces, no preste atención cuando los chismes lleguen hasta usted.
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