Este periodo de aislamiento no es el momento indicado para señalar los errores de su pareja y de sus hijos. Esa actitud puede provocar más estrés de lo que esta situación ya genera.
Si usted desea cultivar la paz dentro de su hogar, el buen humor puede ayudarlo a influenciar de manera positiva en todo el ambiente familiar. Por ese motivo, si está preocupado o ansioso, es recomendable que se deshaga de esos sentimientos. Entréguele esa mochila pesada a Dios, Él promete darle la paz que nadie en este mundo puede proporcionarle.
Por otra parte, cambiar la percepción negativa que se tiene acerca de la cuarentena será de gran ayuda. Vea esta situación como una oportunidad para conocer y aprender, aún más, sobre su relación. En la etapa del matrimonio es cuando logra conocerse mejor a usted mismo y a su pareja: si el noviazgo fue la secundaria, el matrimonio debería ser la universidad.
Además, invierta en pasar tiempo de calidad con sus hijos. Ayúdelos con las tareas que reciben del colegio, hábleles y hágales saber lo valiosos que son.
Tal vez, usted haya hecho oraciones y propósitos a Dios para que su familia cambie, sin embargo, su mal comportamiento los alejó de usted. Actúe con sabiduría y Dios hará el resto.