“Fui obrera durante 6 años, pero, con el nacimiento de mi primera hija, bajé el ritmo con el cual hacía la Obra de Dios. Volví a trabajar y me aparté aún más de la Obra, pero no de Dios. Sin embargo, perdí a todas mis amigas obreras, que ni siquiera me saludan más. ¿Cómo debe ser mi comportamiento en relación a esas personas?” – Amiga.
Respuesta:
Amiga, si usted no se apartó de Dios, como dice, tenga actitudes de Él en su comportamiento. Sea amable, salude a las personas y sea usted quien dé el primer paso para acercarse a ellas. Al alejarse, con seguridad, las personas pierden la amistad que tenían. Si usted quiere seguir con la amistad, sea amiga. Tengo certeza de que, si hubiera alimentando a esas amistades, no estaría en esta situación ahora. Pero, nunca es tarde para recomenzar, marque la diferencia a través de sus actitudes. Quien es amiga nunca se queda sola.
Pregunta respondida por Sandra Cruz.
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