Usted se enoja con su marido cuando deja el toallón mojado arriba de la cama? ¿Cuándo desordena toda la casa o cuando se tarda para hacer alguna cosa? Hay algunas actitudes suyas que lo irritan también.
Para entender mejor el universo masculino, le preguntamos a un grupo de hombres qué comportamiento de sus esposas los irritaba más. Falta de puntualidad, quejarse demasiado, ser muy indecisa, reprocharle por todo y exigirle demasiado fueron los más citados. Descubrimos algo muy valioso: los hombres son tan o incluso más susceptibles que las mujeres.
En muchas parejas lo que genera el conflicto es el retraso provocado por la mujer. A ella le gusta arreglarse y cuidar cada detalle, pero demora demasiado para elegir qué ponerse y cuando se da cuenta, ya es tarde y eso hace que él ponga mala cara. Otros hombres sufren cuando ella se entromete en la conversación, los fastidia porque la mujer se precipita a sacar sus propias conclusiones antes de que él termine de hablar.
El simple hecho de levantarse más temprano para arreglarse con tiempo o escuchar con calma antes de comenzar a hablar son actitudes que pueden evitar los enojos y futuros conflictos de pareja.
Según la encuesta, otro detalle que irrita a los maridos es quejarse por todo. Piense cómo se siente al lado de una persona que solo sabe abrir su boca para criticar. Cuando el hombre llega a casa y quiere descansar después de un día agotador, encuentra una serie de quejas. En este caso lo mejor sería esperar el momento adecuado para hablar. Primero preguntar cómo fue el día de él, esperar que se relaje, entonces pasar a exponerle algún problema en caso de que sea necesario.
Converse con su marido, detecte qué lo hace enojar y busque una manera de solucionarlo. Si usted es una mujer muy indecisa, piense con calma antes de actuar, pero asuma una postura. Si usted le reprocha todo en la cara, intente buscar soluciones o causará más conflictos entre ustedes. Si usted habla demasiado, por más difícil que parezca, medite sobre lo que es realmente esencial. Estas son medidas simples para evitar que pequeñas discusiones se conviertan en un remolino de emociones.
Lo que más los irrita
1-Quejarse todo el tiempo
2-Impuntualidad
3-Hablar demasiado
4-Lloriquear porque no tiene ropa para salir
5-Tardar en decidirse
6-Reprochar por los problemas
7-Ser muy celosa
8-Tardar horas en hacer las compras.
“Cambié mis actitudes y la relación se salvó”
Analía Riemersman cuenta cómo hizo para que su matrimonio fuera transformado: “Yo era muy celosa, cuando él hacía horas extra en el trabajo le revisaba el bolso, la ropa, pensaba que estaba con otra. Entonces comenzaban las agresiones verbales y físicas. Entré en un pozo depresivo, tenía mucha angustia, solo quería desaparecer porque creía que la vida no tenía sentido.
Al participar de las reuniones primero cambió mi interior, así vencí los celos, comenzamos a dialogar y a disfrutar del tiempo que pasamos juntos. Además económicamente fuimos saliendo adelante. Hoy somos un matrimonio feliz, nos amamos mucho, nuestra vida dio un giro de 180 grados”.
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