El pasado 10 de febrero, durante la concentración de fe y milagros, realizada en la Iglesia Universal del Reino de Dios en Portugal, el obispo Edir Macedo explicó a las miles de personas presentes, la importancia de colocar a Dios en primer lugar en sus vidas. A continuación algunos fragmentos de la reunión:
“Existen muchas personas que creen en Dios, oran y van a la iglesia, pero aun no alcanzaron la plenitud de vida, un matrimonio realizado, una vida estable, paz y salud. ¿qué fue lo que esta persona ha hecho de equivocado?”, preguntó el obispo Macedo.
En realidad, muchas son las personas que se hacen esta pregunta cuando no ven los resultados, inclusive porque “el error no es lo que usted no ha hecho, sino su comportamiento hacia Dios”, dijo.
Y continuó:
“Marido, hijos, amigos y colegas de trabajo, nuestro comportamiento varía de acuerdo con la persona a la que nos dirigimos. Entonces surge una nueva pregunta: ¿Cuál ha sido su comportamiento delante de Dios?
Ahí está la raíz de los problemas, pues su comportamiento y su manera de ser en relación a Dios, no es igual a la que Él tiene con usted. En otras palabras, significa que Dios lo considera mucho más, de lo que usted lo considera a Él”, explicó.
“La importancia que el ser humano le da a Dios y el lugar que Él ocupa dentro de cada uno determinará el estado en que están su vida y sus planes, y si éstos se harán o no, realidad.
La Biblia dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin. Al que tiene sed, le daré gratuitamente de la fuente del agua de vida.” Apocalipsis 21:6
Este es el poder que debe habitar dentro de cada uno, pero para que eso suceda es necesario que usted se entregue por completo y coloque a Dios en primer lugar, en todo. Existe una gran diferencia entre lo que se piensa y lo que se hace, y esa diferencia es lo que determina la persona que usted es” alertó el obispo.
Dios: prioridad en su vida
“De nada sirve decir que Lo adora, que Él es su todo, si en su vida la prioridad ha sido su trabajo, sus planes personales y sus gustos. El mundo está lleno de personas que abren la boca para decir palabras vanas como: ‘Te amo’, o ‘Usted es todo para mi,’ esas son palabras que, cuanto más pronunciadas, menos se sienten.
En su relación con Dios, sea sincero, muéstrele lo que siente, lo que es y colóquelo como prioridad en su vida y en su corazón. Y Él hará lo mismo con usted,” finalizó el obispo.