Los cambios en el mercado, la crisis financiera y las dificultades propias de cada empresa pueden desembocar en un despido. Para algunos especialistas, una de las principales señales de que puede producirse un despido es que el empleado pasa a ser ignorado en su función y su trabajo no recibe críticas.
Cuando una empresa se ve obligada a recortar personal, comienza por los empleados con menor índice de productividad. Para esos trabajadores, el siguiente paso es pasarle sus tareas a otros.
Otras situaciones que pueden indicar un despido inminente es pasar mucho tiempo sin recibir un aumento, tener una relación distante con su jefe, no ser invitado a reuniones importantes y sufrir una reducción de tareas.
La clave para que un profesional sea valorado es no acomodarse nunca. Ante la primera señal de un posible despido, es bueno acercarse al jefe y mantener una conversación franca para ver cuáles son los aspectos que se deben mejorar. Eso demuestra que existe voluntad de cambio. Incluso se puede pedir un cambio de área.
También es importante que el profesional nunca deje de actualizarse y estudiar. Eso demuestra un compromiso e interés hacia la tarea asignada, porque la capacitación continua es uno de los pilares de los profesionales exitosos.
Por último, pero no por eso menos importante, se encuentra la alianza con Dios. Cualquier trabajador que establece un pacto de fidelidad con el Creador sabe que nunca será desamparado y, si siembra con esfuerzo, cosechará grandes beneficios. Nunca se rinda ante los desafíos, busque siempre la excelencia y verá la recompensa de su trabajo.
Resultados de la reunión
Anabella: “Logré un nuevo contrato de trabajo. Persevero todos los lunes también por mi hijo y por sus estudios. Él tiene un auto 0 Km y yo me compré el auto que quería. Vale la pena recibir la Dirección de Dios para poder progresar. Mi vida está bendecida en todas las áreas”.
Horacio: “Desde los catorce años trabajo, gracias a Dios siempre quise ir por más. Cada vez que ganaba más mis deudas iban aumentando y a través de la reunión de los días lunes pude salir adelante. Cancelé las deudas y este año fui bendecido con un comercio. Tengo una vida bendecida desde que recibí la Dirección de Dios”.
Andrea: “Cuando participé de la reunión de los días lunes, pude recuperar mi casa después de doce años. Vine sin trabajo siendo profesional y hoy tengo mi empresa de internación domiciliaria. La Dirección de Dios que recibí me permitió concretar todo lo que tenía en mente. Mi vida cambió completamente”.
Lunes de Dirección de Dios a las 16 h y 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
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