Todo lo que es bonito atrae miradas, ya sea ropa, un auto, lugares o personas. Pero, con una buena dosis de conciencia, se puede meditar entre lo que podemos mirar y lo que no. En esta edición de la Escuela del Amor Responde, los profesores Renato y Cristiane Cardoso aconsejan a una alumna, que no quiso identificarse, sobre cómo actuar con el marido que mira a otras mujeres. Vea.
Alumna – Recientemente, los amigos de mi marido lo agregaron a un grupo de WhatsApp. Vi uno de los mensajes en el que ellos le preguntaban cómo eran las mujeres del gimnasio y él respondió que eran bellas y atractivas. Me enojé mucho y sentí que me faltó el respeto. Ya conversamos antes y él dijo que no quería mirar pero que no se resiste, ya que ellas se visten de una forma muy provocativa. Él no me traicionó, no coquetea con otras personas cuando está a mi lado, habla mucho de la ética y de las consecuencias. No quiero pelear, pero me gustaría que mi marido se resistiera a ese tipo de conversaciones, comentarios, miradas y que me dé más atención. ¿Cuál es la mejor forma de actuar?
Cristiane – Me gustaría mencionar un detalle que está en su e-mail original. Usted y su marido frecuentaban la iglesia y actualmente no lo hacen más. Creo que es un detalle relevante porque una relación con Dios le da temor al hombre y, con eso, su esposo no miraría a otras mujeres, porque sabe que eso no agradaría a Dios, aunque esté solo. Él sabría que Dios está con él a todo instante y, por causa de su relación con Él, no miraría a otra mujer. ¿Es instinto mirar? Sí, todos nosotros miramos a una persona bonita, sea hombre, o sea mujer, pero no podemos estar mirando y deseando, pues eso es codiciar.
Renato – Eso es tan natural del hombre, que Jesús insistió en dejar un mandamiento para que no codiciemos, pues, si lo hacemos, estaremos cometiendo adulterio en nuestro corazón.
Cristiane – La persona que tiene una relación con Dios entiende eso, pero, cuando no tiene esa relación, esta enseñanza no tiene mucho sentido para ella.
Renato – Amiga, usted dijo que no va más a la iglesia, pero mantiene la fe en Dios. Es muy común escuchar eso. Pero, por ejemplo, usted y su esposo deben comer afuera, en restaurantes, aún teniendo comida en casa. Y muchas veces deben comer afuera, para distraerse, salir del ambiente de la casa, salir con amigos. Entonces, no siempre van al restaurante solamente por la comida, pero por lo que les proporciona el ambiente. De la misma forma es la iglesia. ¿Dios está en todos los lugares? Sí. Pero, aún así, Él instituyó la casa de oración para todas las personas. Él quiere que nosotros vivamos una fe y una relación con Él en todos los lugares, 24 horas por día, pero también quiere que tengamos un tiempo para ir a Su casa.
Cristiane – Usted vive como si Dios estuviese allí, en algún lugar a su alrededor, y, cuando usted lo necesita, habla con Él.
Renato – Amiga, estamos tocando en ese tema porque la falta de una relación con Dios trae inseguridad, principalmente para ustedes que ya fueron de la fe. Ustedes deben buscar arreglar eso. Ahora, más específicamente en cuanto a lo que nos preguntó, es normal que los hombres mantengan este tipo de conversaciones con otros hombres sobre mujeres. Si la compañera lo permite, eso será algo normal. Me imagino que si Cristiane agarra mi celular y ve que estoy comentando sobre algunas mujeres que vi en el gimnasio no le va a gustar (risas).
Cristiane –No logro ni siquiera imaginarlo. Renato sufriría alguna consecuencia seria. Como mínimo no iría más al gimnasio y tampoco tendría más ese grupo de WhatsApp (risas).
Renato – Yo le diría a usted, Alumna, que aparentemente él no hizo nada. No se involucra con otras mujeres, no la traicionó, habla mucho de ética, parece ser consciente de las consecuencias, pero aún así, tuvo una actitud inapropiada para un hombre casado. Cuando la persona está casada, ella debe respetar a su compañero. Basta con que la persona se ponga en el lugar de la otra para entender que es inapropiado. Porque lo que usted no quiere para usted, tampoco lo querrá para los demás.
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