A continuación, siguen algunas orientaciones sobre cómo debe ser el ayuno de alimentos (parcial o total)
– La persona que desea tener experiencias con Dios por medio del ayuno y de la oración no debe esperar sentir el deseo en el corazón para realizarlo, pues la fe no se basa en sentimientos. Además de eso, el propio corazón engañará a la persona, haciéndola posponer el inicio del ayuno o pensar que no es capaz de hacerlo.
– No ayune con la intención de aprovechar la abstinencia de alimento para adelgazar, pues el ayuno bíblico no tiene nada que ver con el común, el ayuno estético (para eso busque orientación médica).
– El ayuno bíblico tampoco tiene nada que ver con la huelga de hambre, que es realizada para protestar y para llamar la atención para algo.
– Estipule el periodo de inicio y fin del ayuno;
– Si usted no tiene la costumbre de estar mucho tiempo sin comer, no comience con propósitos largos – hágalo según su fe, y con sus fuerzas;
– Inicie el ayuno luego de algunas horas de abstinencia alimenticia – evite comer todo lo que tiene voluntad y abrir el ayuno pocos minutos después;
– Haga una oración a Dios presentando los motivos por los cuales está ayunando;
– Durante las horas en las que esté en el propósito, intente estar en espíritu de oración y involucrarse al máximo con las cosas espirituales, evitando involucrarse con temas que desvíen su atención de las cosas de Dios;
– De preferencia no le cuente a nadie que está ayunando, excepto por una situación en la que sea extremadamente necesario mencionarlo (lea Mateo 6:17);
– No muestre una apariencia abatida por causa del ayuno, ni esté comentándole a todo el mundo lo cuan difícil está siendo realizarlo;
-Si el ayuno es muy largo, evite tener muchos compromisos y actividades que exijan el uso de mucha fuerza física. Cuanta más energía acumulada, el organismo soportará más las horas o días de abstinencia total o parcial;
– El cuerpo tiene límites y no se debe insistir si el organismo no soporta las horas predeterminadas. No espere perder los sentidos para cerrar el ayuno. Cuando el ayuno es realizado de una forma desequilibrada, puede traer consecuencias desagradables, por lo tanto, respete los límites de su cuerpo. Si alguien logró hacer determinado número de horas de ayuno, no significa que su resistencia sea la misma;
– Al terminar, haga una oración de agradecimiento al Espíritu Santo por haberle dado condiciones de permanecer hasta el final de su propósito;
– Si el ayuno fue total y muy prolongado, al entregarlo, aliméntese de jugos, sopas y comidas de fácil digestión, para que el organismo no sufra un impacto muy grande por las horas de abstinencia.
No se olvide de que el ayuno es una ofrenda de sacrificio, y como tal debe ser ofrecida de manera que agrade a Dios. Solo de esta forma, los resultados esperados serán alcanzados.
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