¿Usted conoce a alguien que nunca está de acuerdo con nada ni con nadie? ¿Basta que escuche una opinión contraria para que comience una discusión? Por lo general, estas personas no toleran diferentes gustos o ideas porque se creen las “dueñas de la verdad”.
Es muy difícil convivir con quien actúa de esta manera. Por eso, hay que entender qué lleva a una persona a ser tan radical al punto de no tolerar algo diferente.
“Creo que las personas que imponen sus convicciones, en general, son personas que no lidian bien con los límites. Generalmente, ese padrón de comportamiento se desarrolla dentro de la familia, cuando los padres o cuidadores no supieron ejercer autoridad. Ese niño normalmente se convierte en un adulto que tendrá que encarar ese problema”, explica Alessandra Souza de Amorim, psicóloga y especialista en gestión de personas.
La mujer que cree que siempre tiene razón tiene algunas características peculiares. Ella dice mucho y oye poco, no tiene paciencia para entender a las personas o situaciones, se irrita cuando la contradicen y no tolera frustraciones.
Así, una conversación con alguien que se cree “dueña de la verdad” parece una guerra. Todo lo que se dice lo ve como un ataque, no hay respeto, mucho menos comprensión. En esos casos, lo mejor que se puede hacer es intentar exponer el problema.
“Es necesario tener un diálogo al respecto. Si la persona no acepta ningún argumento, imponga límites. Si no respeta los límites, la distancia física o emocional es una opción”, explica la psicóloga.
El alejamiento generalmente es la consecuencia más común. Con el tiempo, las personas ya no se sienten cómodas hablando con ella. Hay casos en los que la mujer pierde amigas, se distancia de sus hermanos, padres y hasta de su pareja.
Entonces, si usted ha convivido con alguien que actúa con arrogancia cuando habla y en su forma de pensar, tenga paciencia. Intente mostrarle el error a través de la conversación. Si no funciona, ella tendrá que aprender sola la importancia de tolerar la opinión ajena.
Es importante aclarar que respetar no quiere decir estar de acuerdo. Es necesario oír la opinión de los otros, incluso cuando son contrarias a nuestros valores.
Si la otra persona le pide su opinión, puede mostrar su posición. Demostrar empatía y saber escuchar los diferentes puntos de vista, incluso cuando no estamos de acuerdo con ellos, es una manera clara de mostar su fe y su belleza interior.
Sea flexible y tolerante
-Entre tener razón y ser feliz, elija la segunda opción.
– Aprenda a ponerse en el lugar del otro. Eso se llama empatía.
– Analice su necesidad de tener siempre razón. Eso puede revelar baja autoestima.
– Busque ayuda, si no sabe lidiar sola con el problema.
– Reconocer que no siempre tenemos la razón alivia los hombros, ya que el peso de la razón es grande y muchas veces no tenemos fuerzas para cargarlo. Entonces, entienda que no siempre tiene que tener razón en todo.
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