Aprendé con la resurrección de Lázaro cómo ocurren los milagros
Los grandes testimonios no ocurren por casualidad. Son provocados. Y para aprender esta lección, nada mejor que buscar en la Palabra de Dios a alguien que haya vivido un gran testimonio. Hoy vamos a aprender con Lázaro cómo sucede un milagro.
“Esta enfermedad no es para muerte, sino para la gloria de Dios, para que el Hijo de Dios sea glorificado por medio de ella”. Juan 11:4
Lázaro era amado por Jesús, enfermó y murió. Con esto entendemos que el hecho de ser de Dios no nos impide pasar por dificultades. Además, mantener la fe incluso viendo que la situación empeora no es para cualquiera. Pero, si querés vencer, necesitás aprender a mirar lo imposible con los ojos de la fe.
Los grandes testimonios solo nacen cuando creés que el Señor te va a honrar, incluso si ve que todo empeora. Creélo, la situación va a cambiar, porque Él también está viendo tu fe.
Aprendé a lidiar con los momentos difíciles
El momento era tenso, pero Jesús sabía lidiar muy bien con los momentos difíciles. Un día, la gente lo recibió con alabanzas; al siguiente, pidieron su crucifixión.
Hay personas que no saben cómo lidiar con momentos de soledad, abandono y desprecio. Pero vos tenés que aprender, y aunque estés solo, recordá que Dios está con vos. Jesús tampoco esperó a nadie para resucitar a Lázaro; habría ido solo si hubiera sido necesario, porque estaba decidido. De la misma manera, vos tenés que ser firme, decidido, sin esperar ni depender de nadie.
Protegé tu fe
Y como si no bastara con ese momento difícil, aún hubo quienes empeoraron la situación diciendo lo que no debían:
“Tomás, llamado el Dídimo[ dijo entonces a sus condiscípulos: Vamos nosotros también para morir con Él”. Juan 11:16
Siempre habrá un Tomás: una persona que piensa lo peor, que duda, que ve todo con malos ojos, que te desanima e, incluso, se burla de tu fe. No permitas que eso te influencie, no podés absorber esas ideas.
“Y Marta dijo a Jesús: Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto”. Juan 11:21
Sin querer, Marta culpó la demora del Señor Jesús por la muerte de su hermano. Nosotros hacemos lo mismo cuando nos quejamos, cuando queremos rendirnos y decimos que ya no aguantamos más. Pero Él conoce nuestra estructura y sabe muy bien lo que está haciendo.
Su demora fue intencional, porque Él quería hacer algo más grande para que los judíos creyeran y se convirtieran con la resurrección de Lázaro. Vos no lo sabés, pero hay personas de tu familia, de tu edificio, de tu barrio, que se van a convertir con tu testimonio. Y si Dios te eligió para hacer algo grande, aunque no lo entiendas, creéle a Él. Es difícil cuando Él no llega a nuestro tiempo y no actúa de la manera que quisiéramos, pero es mucho mejor confiar que vivir con ansiedad.
Recordá:
Si Él nos evita el dolor, no hay testimonio. Si nos evita las luchas, no habrá victorias. La historia comenzó triste, pero terminó feliz, con un gran testimonio, y solo quienes creen en las promesas ven la Palabra cumplirse.
Participá:
La reunión “Prosperidad con Dios” se realiza los lunes en el Templo de los Milagros. También podés participar en la Universal más cercana a tu domicilio. Encontrá la dirección acá.