Muchos sienten que su vida amorosa está paralizada, no va hacia delante ni hacia atrás. Eso normalmente sucede porque creen que han perdido mucho tiempo…
– Estuvieron casados durante años, pero hoy están divorciados.
– Invirtieron todo su tiempo en estudios, en el trabajo y se olvidaron de valorar el amor.
– Se dedicaron a su pareja, a su novio, pero la relación terminó.
– Siempre fueron fieles, pero sufrieron una traición.
– Ya pasaron los 30, los 40 años y todavía están solteros.
Es como si la vida de esa persona estuviera parada, sin rumbo. Las marcas de las elecciones hechas en el pasado la asustaron y hacen que ella viva presa del sufrimiento.
No es posible borrar lo que sucedió, pero es importante y esencial dar un nuevo significado a lo sucedido, o sea, transformar esa tristeza en aprendizaje para construir un presente feliz.
Por eso, no pierda más tiempo, participe en la Terapia del Amor y reconstruya su vida amorosa. Será su oportunidad de aprender cómo vivir un amor verdadero.
Lo esperamos este jueves a las 10, 16 o 20 h en Av. Corrientes 4070.
Conocieron el verdadero amorMaría y Maximiliano se casaron hace seis meses y son felices, pero antes, pasaron por varios problemas amorosos que lograron solucionar en la Terapia del Amor.
“Los dos veníamos de un pasado difícil con nuestras parejas anteriores. En mi caso, intenté ser feliz en el amor desde los 17 años, cuando me junté con una persona queriendo formar una familia. Pero fracasé y regresé a la casa de mis padres. Tiempo después me junté con otra persona pero me sucedió lo mismo. Sufrí mucha angustia y tristeza, me quedaba en casa llorando y tenía ganas de matarme”, recuerda María.
Maximiliano, por su parte, estuvo en pareja, pero no sabía lo que era la felicidad: “Estuve de novio, pero un día estábamos bien, y al día siguiente, mal. Sufrí muchas humillaciones y agresiones físicas y verbales”.
Sin conocerse, participaron de las charlas de la Terapia del Amor y lograron curar su interior: “En la Terapia aprendí que para poder hacer feliz a alguien, primero tenía que estar bien yo. Por eso me ocupé de curar mi interior”, dice ella, a lo que él añade: “Al inicio de la relación, cuando nos estábamos conociendo, decidimos seguir participando juntos de la Terapia para continuar aprendiendo”.
“Nos casamos hace seis meses y somos muy felices, no hay punto de comparación con las relaciones anteriores. Hoy sabemos lo que es el amor y la felicidad”, finalizan con una sonrisa.
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