Roberta nos escribió:
Tengo 6 años de casada. Nunca desconfié de mi marido, pero desde hace un tiempo comenzó a actuar muy extraño con el celular. No me dejaba que lo viera, borraba el historial. Un día fui a ver su celular y vi varios mensajes de otra mujer. Él, ante tanta insistencia, me dijo que había salido con una mujer casada, pero no se había acostado con ella. Me dijo que se arrepintió y que no quería tirar todo por la borda a causa de eso.
El otro día le pregunté si la mujer lo había llamado y me dijo que había hablado con ella para que no lo buscara más, porque su matrimonio era más importante. Borró el número de su celular; ahora cambió, está más cariñoso conmigo, empezó a ser lo que era en el comienzo del matrimonio. Yo le dije que necesitaría hacer mucho para que creyera nuevamente en él.
¿Qué puedo hacer para confiar nuevamente? Desconfío de todo después de eso, intento no demostrarlo pero por dentro me corroe. Me pregunto, ¿será que se arrepintió de verdad o es una máscara? ¿Habré hecho lo correcto al perdonarlo? Tenía pensado desistir, pues no quiero vivir una farsa, pero lo amo y me gustaría que todo fuese diferente.
Antes de responder, le hago una pregunta a quien está a punto de cometer un acto de traición:
¿Usted piensa que valdrá realmente la pena?
Vea lo que el marido de Roberta trajo sobre ella y sobre sí mismo. No importa lo mucho que trabajen en su matrimonio, aunque consigan salvarlo, nunca más será el mismo. La mancha quedará. La pulga permanecerá detrás de la oreja de Roberta. El marido perderá algo de respeto y tendrá que esforzarse más de lo normal para probar su fidelidad. Pueden pasar años, pero ese recuerdo será como un fantasma asustándolos.
¡Despierte! No compensa.
Ahora bien, para las Robertas en esta situación.
La confianza depende de dos ingredientes esenciales: transparencia y desempeño.
Transparencia
La transparencia se refiere a la libre circulación de la información entre la pareja. Nada queda escondido, las medias verdades no suceden, las mentiritas “para evitar lo peor” tampoco. Hay sinceridad en las informaciones y también en la expresión de pensamientos. Uno no necesita presionar ni investigar al otro, pues la información es ofrecida anticipadamente.
Esa transparencia se debe manifestar en todo entre la pareja: llamadas telefónicas, acceso al celular, e-mail y computadora, historial de Internet, uso de dinero, viajes, encuentros con terceros en la ausencia del cónyuge, etc. No debe ser usada para controlar al compañero, sino como una práctica sana en un matrimonio. Enfatizo que eso debe existir en cualquier pareja casada, independientemente de que si ha ocurrido una traición. Es claro que eso se vuelve más importante después de una traición.
Algunos pasos a considerar para practicar la transparencia:
1. Diga siempre la verdad.
2. Anime al otro a decir la verdad a través de su reacción equilibrada cuando eso sucede, aunque la verdad sea desagradable.
3. Deje que las opiniones contrarias sean expresadas: sea abierto a puntos de vista diferentes que el otro pueda tener. No todos piensan igual y eso no necesita ser un problema.
4. Tengan conversaciones desagradables: no evite hablar de un tema solo porque es difícil.
5. Abra su mente oyendo a personas con autoridad en el tema. Eso ayuda a informarse sobre sus asuntos y que sus opiniones sean muy fundamentadas en hechos aceptados por personas capacitadas – o sea, no es solo usted que piensa así
6. Admita sus errores
Desempeño
El desempeño se refiere a la habilidad de demostrar un buen comportamiento. Usted no solo promete cambiar, sino que cambia y muestra que cambió. Entienda que después de una traición, llevará un tiempo para que un nuevo historial de desempeño sea construido. Cuanto más tiempo usted sea consistente en su nuevo comportamiento, será más rápida la confianza.
El que traicionó la confianza tendrá que trabajar en su transparencia y desempeño. El que fue traicionado tendrá que trabajar en colocar estas condiciones y no aceptar errores en su cumplimiento – mientras que busca enfocarse en el presente y en el futuro, sin echarle en cara el pasado al otro.
A veces uno o ambos necesitarán ayuda externa para lidiar con esos desafíos.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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