La escena se repite una y otra vez, llora hasta quedarse dormida, esas lágrimas brotan de lo más profundo de su corazón herido. Qué hizo que esa persona que uno amaba se distanciara tanto, por qué la cambió por otra, acaso su amor no fue suficiente, son algunos de los interrogantes que dan vueltas en su mente.
Cuando el amor no estuvo presente en las dos personas surge la pregunta, ¿qué hacer para manejar el fracaso?
En primer lugar libérese de la culpa. No piense que hay algo mal en usted. Las personas hacen elecciones por razones personales. Usted no necesita ser aceptado ni aprobado por todos. Luego, mire a su alrededor, aprenda a no limitarse a un no en el amor. Sepa que hay personas interesantes que van a valorarle. Deje de enfocarse en el fracaso de la relación y mire sus posibilidades de ser feliz.
Es fundamental que sea autosuficiente, es decir, no dependa de los otros para ser feliz. Busque a alguien que complemente su felicidad. Además aproveche para comenzar un nuevo proyecto de vida, algo que le traiga satisfacción personal, así superará el sentimiento con más facilidad. Y por último, no genere expectativas impulsivamente. Busque relacionarse con personas que busquen una relación estable, no solo pasar un momento. Poniéndolas en práctica evitará atravesar una vez más el mismo camino.
Estos son los consejos que puso en práctica Mariela Guzmán, ella supo lo que es tener un fracaso sentimental, lo cual la convirtió en una persona insegura, sin esperanzas y vacía por dentro. “Mi vida estaba mal en todos los aspectos, estaba sumergida en los vicios, tenía miedo y dolores de cabeza constantes, eso me hacía ser muy nerviosa. No veía una manera de ser feliz en el amor”, recuerda Mariela.
Sin embargo, Dios tenía un plan para su vida. Así fue como Pablo Heredia, quien actualmente es su esposo, la invitó a participar de las reuniones de la Universal para que lograra el cambio que necesitaba. “Poco a poco todo fue cambiando, dejé los vicios y desaparecieron los miedos y la inseguridad. Mi interior cambió, superé toda la tristeza y me di una oportunidad de ser feliz. Hoy gracias a Dios mi vida está transformada, nos casamos con Pablo y tenemos un matrimonio bendecido”, asegura junto a él.
Si desea ser feliz y aprender a tener una relación que funcione, participe de la Terapia del Amor todos los jueves a las 16 y 20 en Av. Corrientes 4070, Almagro.
[fotos foto=”Cedidas / El Universal”]
[related_posts limit=”7″]