El fin de una relación siempre causa sufrimiento y trastornos emocionales. Ya sea un noviazgo o un matrimonio, cuando se termina deja un rastro de dolor.
La separación puede ocurrir de muchas formas y no son pocas las personas que han sufrido en los últimos tiempos.
Hay matrimonios que se han separado pero continúan sufriendo debido a que desean volver a estar juntos pero no saben cómo comenzar de nuevo. Otros están separados pero muchas veces continúan viviendo bajo el mismo techo y casi ni se hablan.
También hay solteros que perdieron al amor de su vida, sufren con esa separación y les gustaría conquistar nuevamente a esa persona que han amado. Muchos se encuentran separados de la persona adecuada, o sea, de aquella que los hará felices y por esa razón sufren de soledad.
Los encuentros de la Terapia del Amor son fundamentales para saber cómo reaccionar ante una separación para reconquistar ese amor perdido. Luche por su felicidad, lo esperamos a las 10, 16 y 20 h en Av. Corrientes 4070, Almagro.
“Volvimos a estar juntos y hoy somos felices”
El matrimonio de Sonia y Saúl estaba destrozado pero a pesar del panorama ella luchó por él y hoy su matrimonio es una bendición. “Yo tomaba y fumaba mucho. Priorizaba a mis amigos antes que a mi familia. Ella trabajaba y se encargaba de los chicos y yo no estaba nunca en casa, de los siete días de la semana solo nos veíamos dos. Las pocas veces que conseguíamos hablar ella me reprochaba mi ausencia. Yo estaba tan mal que a veces no comía debido al alcohol que consumía”, cuenta él.
“Por esta situación comencé a sufrir nerviosismo y a enfermarme, también empecé a maltratar a mis hijos. No le encontraba una solución a nuestra situación, incluso fui a buscar ayuda en brujos, pero seguíamos mal”, recuerda ella.
“Ella empezó a desconfiar de mí, me revisaba el celular y terminó encontrando mensajes de otras mujeres. Por eso nos separamos y yo me fui a vivir con un amigo, tenía toda la libertad pero no la tenía a ella”, reconoce él.
Sonia perseveraba luchando por su matrimonio, hasta que él accedió a luchar también. Después de participar de los encuentros ellos lograron superar todos sus problemas. “Volvimos a estar juntos y nuestra vida se transformó, ya no hay más peleas, hoy somos un matrimonio bendecido”, afirma Saúl.
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