Existen personas que no nacieron en un ambiente propicio para el éxito, no tuvieron un pasado bueno o cometieron errores terribles. Muchos nacieron en familias sin estructura o sin recursos económicos. Sin embargo, independientemente de todo eso, todas las personas tienen la capacidad de realizar un cambio en su vida. Y eso depende solo de una resolución: la decisión de creer en Dios y en sí mismo.
Independientemente de lo que el hombre vivió en el pasado, tiene la capacidad de realizar un cambio de vida.
No podemos cambiar el pasado, pero tenemos el poder de transformar el futuro. ¿Qué podemos hacer con el pasado? Así como en un juego de cartas, usted recibe en sus manos las cartas que le tocan, y va a tener que saber usar su habilidad para jugar e intentar ganar ese juego (independientemente de las cartas que le tocaron), la vida también es así. Usted no elije muchas cosas que ya vienen en el paquete cuando nace.
La persona no necesita terminar la vida de la misma manera como la comenzó. Un ejemplo es la historia bíblica de Abraham, que no tuvo un comienzo fácil en su trayectoria, no podía tener hijos, algo que deseaba mucho y era fundamental en su sociedad. Además de eso, él tuvo que abandonar la tierra en la que estaba acostumbrado a vivir. Ambos obstáculos fueron superados por la persistencia de Abraham de creer en Dios en cualquier circunstancia. Por su perseverancia, Abraham fue padre no de un hijo, sino de naciones enteras, y sus hijos se esparcieron no solo por su tierra sino por el mundo entero. Todo eso fue fruto de la alianza establecida con Dios.
En términos prácticos
¿Cómo podemos aplicar en la práctica esta decisión de cambio en nuestra vida? La persona puede liberarse, puede sacudirse la suciedad de su pasado, sacudir las cadenas de sus pies y decir: “No voy a ser prisionero de mi historia”. Puede invocar a ese mismo Dios de Abraham. Dios cambió la historia de Abraham y quiere hacer un cambio en su vida.
Los obstáculos fueron superados por la persistencia de Abraham de creer en Dios en cualquier circunstancia.
Para eso es necesario que usted Le pregunte a Dios cuál es la voluntad de Él para su vida y que ponga en práctica la obediencia a las orientaciones de Él. Si fuera necesario abandonar algún pecado, es eso lo que usted debe hacer, por ejemplo. ¿Qué es lo que usted necesita dejar? ¿A qué está usted apegado? Son preguntas que usted puede hacerse. Largue lo que lo está aprisionando y tome la decisión correcta para cambiar su vida completamente.
Usted puede haber hecho todo mal, pero si acepta esta nueva oportunidad que Dios está dándole hoy, entonces nada de lo que usted haya hecho en su pasado le impedirá tener ese cambio de vida.
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