Muchas personas ya se han acostumbrado a los problemas que tienen. Son tantos – y tal vez los mismos de siempre-, que ni siquiera se dieron cuenta de que ya están insertados en sus rutinas. Sin embargo, nunca nadie oyó que conformarse con una situación difícil resuelve el problema. No. Eso no existe. Por el contrario, la idea de resignación solo lo llevará al fracaso. La monotonía solo puede ser confrontada con la sed de justicia, que nace junto con la indignación.
Mientras que no haya sed para vencer un obstáculo, usted será solo un espectador; alguien sin reacción, que ve el tiempo pasar sin que nada suceda.
Reflexione sobre cómo está su vida en este momento y responda: ¿está cómo le gustaría?
Por ejemplo: A principio de mes, en vez de salir de la situación económica negativa, empeora. ¿Es justo? ¿Es justo dividir a su cónyuge con otras personas, mendigar un poco de amor y no ser valorado? ¿Hasta cuando usted verá a las personas a su alrededor realizando los sueños que usted quiso alcanzar?
No espere que lo que usted tanto sueña caiga del cielo directamente en sus manos. Si no tiene sed de justicia, su vida continuará siendo exactamente la misma. Todo depende exclusivamente de usted.
La indignación es la clave para clamar por justicia. Este mes, la Universal está promoviendo la Campaña de la Justicia, un propósito para todos aquellos que están sufriendo injusticias y que están siendo humillados por los problemas. Para saber cómo participar, busque hoy mismo una iglesia más cercana a usted. Ingrese aquí para conocer la dirección.
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