Nunca hubo tantos problemas de salud mental como hoy. A pesar de que la humanidad sufrió muchos eventos catastróficos, como guerras, genocidios, hambrunas, desastres naturales, entre otros, la gran mayoría de las personas lograron reponerse y salieron adelante.
Sin embargo, lo que sucede actualmente es preocupante. Aun con los increíbles avances que hubo en la sociedad y disponiendo de muchas comodidades que antes no había, gran parte de la población mundial vive atormentada por la depresión, la ansiedad, el miedo y tantos otros trastornos.
Ahora bien, ¿qué puede atormentar tanto a una generación que crece prácticamente teniendo todo o, por lo menos, teniendo una mejor educación que sus antepasados, un mejor sistema de salud y más posibilidades de triunfar que las que tenían ellos?
Lo cierto es que, con el paso del tiempo y sin darse cuenta, las personas comenzaron a desplazar a Dios de sus vidas, Lo desplazaron de sus familias, Lo sacaron de sus proyectos, Lo censuraron en las escuelas, Lo evitaron en las conversaciones diarias, en fin, Lo despojaron de todos los lugares. A causa de eso, la sociedad gime de dolor y angustia por esa lamentable decisión.
Dios es un caballero, respeta profundamente las decisiones de las personas, aunque pueda no estar de acuerdo con ellas. No obstante, es necesario entender que solo de Él proviene la verdadera paz, de nadie más.
«La paz os dejo, Mi paz os doy; no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo.» Juan 14:27
Aunque el mundo parezca colapsar y todo a su alrededor sea un caos, usted puede recurrir a Él, pedirle Su Espíritu y encontrar la tranquilidad que su alma tanto necesita.
Este miércoles, participe del Estudio de las 9 manifestaciones del fruto del Espíritu Santo y profundícese en este tema. A las 8 h, 10 h, 12 h, 16 h o 20 h, en la Universal más cercana a su domicilio.