Cuando los padres de María decidieron separarse, ella tenía 11 años y realmente la afectó: “Probé el cigarrillo, una cosa llevó a la otra, tomé alcohol y luego marihuana. Conocí la cocaína a través de unos amigos.
Al tiempo dejé la escuela porque tenía que conseguir plata para ir a comprar drogas. Para poder mantener los vicios, les sacaba dinero a mis padres, me la rebuscaba de cualquier manera.
La relación con mi familia era terrible, me había vuelto una persona nerviosa y agresiva, no podía convivir con ellos. Me volví adicta al cigarrillo, al alcohol, a la marihuana y a la cocaína”.
Ella salía de noche para intentar divertirse, pero nada la conformaba: “Un día salí de un boliche con mis amigos. Habíamos comprado mucha cocaína y nos repartimos la droga. Me desesperé y, en la parada del colectivo, me puse a consumir delante de todos, sin que me importara nada. Ese día me di cuenta que había tocado fondo”.
La mamá de María llegó a la Universal y luchó por su hija. Ella perseveró en oración para sacarla de las adicciones y Dios le respondió: “Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo, le pedí a mi mamá que me llevara a la Iglesia, porque necesitaba ayuda”.
Así empezó la recuperación de María. A través de la fe y con el tiempo logró reconstruir su vida por completo: “Cuando llegué, participé de las reuniones. Me di cuenta de que Dios era el Único que podía ayudarme a cambiar, que no estaba todo perdido. Gracias a Él, de a poco, fui poniendo en práctica todo lo que se decía y pude superar los vicios”.
Participe usted también de la reunión del Tratamiento definitivo para la Cura de los Vicios y compruebe en su vida o en la de un ser querido que existe una salida para este mal. Lo esperamos este domingo a las 15 h en Av. Corrientes 4070, Almagro, o haga clic aquí y vea a donde se lleva a cabo el tratamiento.
Para más información: 11-5810-9300 – facebook.com/curadelosviciosargentina
También puede comunicarse con nosotros llamando al 5252-4070.