El pasado martes 3, el obispo Djalma visitó la capital de la Provincia de Buenos Aires, donde realizó una reunión especial en la Universal de Av. 7 entre 55 y 56 para más de 1100 personas, que escucharon atentamente la prédica y recibieron diferentes oraciones por su salud, su liberación, su familia y sus finanzas.
A las 15, y a pesar de la fuerte tormenta que había azotado a la ciudad el día anterior provocando cortes de luz y caída de árboles, la reunión comenzó en un salón repleto de personas deseosas de buscar a Dios y ser libres de las enfermedades y problemas que enfrentaban.
La reunión comenzó con una oración por los que tenían un problema de salud. En ella, el obispo Djalma determinó la sanidad y la liberación de todos los presentes y luego tomó varios testimonios, que demostraron que Dios sigue haciendo milagros en pleno siglo XXI.
Luego, el obispo predicó sobre el problema que representa la duda: “‘Siendo Josué ya viejo, entrado en años, el Señor le dijo: Tú eres ya viejo, de edad avanzada, y queda aún mucha tierra por poseer.’, (Josué 13:1). Dios le había dicho que le iba a dar todo lugar que pisara la planta de sus pies, entonces Josué tuvo que luchar para conquistar esa tierra y no perdió tiempo. Cuando él fue viejo todavía quedaba mucho por conquistar.
Si Josué no perdió tiempo y, aún así, no llegó a conquistar todo, imagine los que están en la iglesia y están perdiendo tiempo… El tiempo vuela y hay muchos perdiendo tiempo.
Si usted demora en tomar una decisión hoy, puede comprometer el tiempo que necesita para conquistar.
Si hablamos de una familia transformada, de una salud perfecta, de una vida abundante, no hay tiempo que perder. ¿Cuándo perdemos tiempo? Cuando dudamos.
En la iglesia todos reciben la misma palabra, pero las que lograron cambiar de vida pusieron el 100% de su fe en la palabra. Dios trabaja con la fe y el diablo, con la duda. Él hace de todo para que usted no llegue a la iglesia. Cuando usted llega, hace de todo para que no entre. Si usted logra entrar, él hace de todo para que usted no llegue al altar, que es el mejor lugar del mundo, porque representa a Dios.
De esa forma, el diablo hace que usted pierda tiempo y dude. Así, usted envejece y deja de conquistar todo lo que está prometido en la palabra de Dios. La única forma de no perder tiempo es vivir la fe en esta palabra”.
A continuación, el obispo oró para que las personas pudieran vencer las dudas para dejar de perder tiempo y lograr conquistar.
Finalmente, oró por las familias y determinó la caída de las murallas de problemas que estaban presentes en la vida de la gente.
Testimonios: