“manteniendo la fe y buena conciencia. Por desecharla,
algunos naufragaron en cuanto a la fe.”
1 Timoteo 1:19
Durante el mes de noviembre, en la concentración de Fe y Milagros realizada en Gunma, Japón, el pastor Roberto Furugen habló sobre la importancia de mantener la fe y la buena conciencia. “Muchas veces, la persona se preocupa sólo por la fe, lucha por sus objetivos, pues ahora asiste a la iglesia. Pero eso no es suficiente. Para que la fe sea fuerte y actuante, tiene que estar acompañada de una buena conciencia.”
El pastor recordó también que muchas personas, un día estuvieron firmes, conquistaron bendiciones y estaban salvas, pero por no guardar la buena conciencia, salieron de la presencia de Dios. “Lo que hace manchar la buena conciencia es el pecado, que le permite al diablo acusar. Por ese motivo vienen dudas, miedos, preocupaciones y, en consecuencia, el desistir.”
Explicando, luego, que hay una solución: “Confiese sus pecados a Dios de todo corazón y abandone la práctica de éstos inmediatamente. Por medio de esta actitud, el Espíritu Santo va a limpiar su mente y renovar su fe”.
Después, el pastor realizó varias oraciones, inclusive una muy especial: por la transformación de la familia.
Fue por medio de oraciones como esas que Cristina dos Santos obtuvo el cambio en su familia. “Antes de llegar al Cenáculo del Espíritu Santo, estaba con mi vida destruida. Mi marido se alcoholizaba, peleábamos diariamente, y muchas veces, llegamos a agredirnos físicamente. Por ese motivo, tuve depresión, tomaba hasta cuatro calmantes por día y, aun así, pasaba las noches despierta.”
Un día, la gracia de Dios actuó: “Mi marido recibió una invitación para participar de una reunión en el Cenáculo del Espíritu Santo. Decidimos ir. Desde aquel momento, nuestra vida cambió. Hoy él está libre de los vicios, yo no necesito tomar ningún medicamento y no hay más peleas. Nuestra familia está unida y vivimos muy felices.”
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