Cuando se habla de cuidar la piel, ¿piensa que la inversión pesada en cremas y productos de belleza será suficiente para garantizar una piel de durazno? De hecho, el cosmético adecuado ayuda, sin embargo lo que quizás usted no sepa es que una de las formas más eficaces de cuidar la piel sin gastar nada de dinero es dormir bien. Sí, puede incluso parecer una broma de tan simple, pero descansar 7 u 8 horas por noche hace que la piel sea más bella y saludable.
Es lo que garantiza la dermatóloga Priscila Krook, de la Universidad de São Paulo. “El sueño trae descanso para todo el cuerpo y eso también se refleja en la piel, trayéndole vigor. Una noche de un mal reposo perjudica el drenaje linfático, principalmente del área de los ojos, lo que aumenta las bolsas en los párpados inferiores y deja los vasos sanguíneos congestionados en esa área, empeorando la coloración amoratada de las ojeras. La piel también queda más opaca”, dice.
La especialista explica además que otro ítem esencial a la hora de dormir, que también puede interferir en el cuidado con la dermis, es la ropa de cama. Lo ideal es utilizar telas de algodón tanto en la almohada como en las sábanas, y deben cambiarse semanalmente para evitar la acumulación de impurezas. “Las telas sintéticas pueden aumentar la transpiración y la oleosidad. Y las telas más gruesas pueden causar irritación de la piel”, comenta Priscila. Otro “pecado” que muchas mujeres cometen es dormir maquilladas, lo que abre las puertas para que surja el temido acné. “No limpiarse la piel adecuadamente puede causar una obstrucción de los poros por el maquillaje, asociada a impurezas adquiridas durante el día y a la oleosidad de la piel. Eso puede reflejarse en la aparición de acné”, orienta.
Por eso, antes de dormir, es bueno que tenga el hábito de seguir una especie de “ritual”, que incluye quitarse el maquillaje, lavarse el rostro, tonificar e hidratarse la piel.
Pero, ¿acaso después de una noche bien dormida y de seguir todos estos cuidados su piel quedará completamente saludable? Aún no. Durante el día la piel también pide algunos cuidados especiales. “Por la mañana, lávese el rostro e hidrátelo con productos que contengan agentes antioxidantes, como la vitamina C o afirmantes, que le dan un aspecto más “liso” a la piel. Después, aplíquese el filtro solar, que protege la dermis contra los daños causados por los rayos ultravioletas y previene el envejecimiento”, enseña Priscila. También orienta que todos los productos deben ser prescriptos por un dermatólogo, que indicará los más adecuados después de hacer una evaluación individualizada.
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