En el 40 a. C., el Imperio Romano dominaba a Israel y decidió como sus gobernantes a los miembros de una familia no judía, los Herodes. Era normal, como indica el hecho de que el nombre de un rey también fuera dado a su sucesor.
De Idumea, al sur del Mar Muerto (también llamada Edom, fundada por Esaú, hijo de Isaac y hermano de Jacob), los Herodes no recibían la simpatía de Israel, porque no eran judíos.
Varios miembros de la familia aparecen en la Biblia, siempre oponiéndose a la fe cristiana.
Herodes El Grande, reinó del 40 al 4 a. C. Construyó muchas edificaciones importantes en Jerusalén y también hizo obras de urbanización. Era quien gobernaba en el momento en que Jesús nació (Mateo 2), y perseguía a su familia. Fue quien ordenó la reconstrucción del Templo de Salomón para simpatizarle a los judíos e impresionar a Roma – la obra se inició el 20 a. C. y se terminó recién en el 64 d. C, mucho después de la muerte del gobernador.
Su sucesor fue Herodes Arquelao, el menos estimado entre todos los de la familia por el pueblo judío. Gobernó a Judea, Idumea y Samaria del 4 a. C. al 6 d. C. – ocupaba el trono cuando regresaban María, José y Jesús de Egipto (Mateo 2:19-23). Por tanta crueldad, Roma lo sustituyó por un procurador, temiendo levantamientos.
Herodes Antipas gobernó Galilea y Perea del 4 a. C al 39 d. C. Fue quien ordenó la muerte de Juan el Bautista (Mateo 14:1-12) e intentó matar a Jesús (Lucas 13:31-32), también estuvo involucrado en la sentencia del Mesías (Lucas 23:6-12).
Herodes Filipo gobernó Traconítide del 4 a. C. al 34 d. C., reconstruyó a Cesarea de Filipo y de Betsaida. Comparado con los otros Herodes que gobernaron en nombre del Imperio Romano, tuvo más aprobación del pueblo judío.
Herodes Aristóbulo, hijo de Herodes El Grande, no citado en la Biblia, creció en Roma y, de regreso en Jerusalén, fue acusado por el Imperio de tramar contra su poderío en la región y ejecutado por traición.
Herodes Agripa I fue rey de Judea del año 37 al 44 d. C. Ordenó la ejecución de Santiago y la prisión de Pedro. Según Hechos 12:1-23, murió por mano de un ángel.
Lo sucedió su hijo, Herodes Agripa II, que reurbanizó a Cesárea de Filippo y la rebautizó como Neronías, en homenaje al emperador Nero. Concedió una audiencia al apóstol Pablo de Tarso (Hechos 25:13 y 26:32).
Todos esos reyes de la familia eran apoyados por los llamados “herodianos”, citados en la Biblia en los evangelios de Marcos y Mateo. Simpatizantes de Roma, se aliaron a los fariseos en contra del ministerio de Jesús en la Tierra.