Durante el año 2013 se atendieron, en promedio, unos cinco casos por día de sobredosis en el Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires. En la mayoría de los casos, los pacientes tienen entre 16 y 20 años.
Es común, según los investigadores, que durante los fines de semana se atienda a jóvenes intoxicados en los boliches de Palermo. Pero también ocurre algo similar en otros 12 hospitales de la ciudad, algunos llegan a las guardias en condiciones deplorables.
Los especialistas indican que el problema no solo se remite a la edad de los internados, sino a la potencia de las drogas que consumen, que es cada vez mayor.
Las estadísticas reflejan que el 53% de las sobredosis que se atendieron en 2013 fueron por exceso de alcohol. Además, en varias oportunidades presentaron una mezcla con remedios.
Incluso, es importante señalar que no solo se ve el efecto de las drogas en las radiografías de un adicto, sino que lo que más preocupa a los médicos sigue siendo el consumo de alcohol y la naturalización de este tipo de prácticas.
Miguel Ángel Vargas estaba preso de los vicios. Lo que ganaba por trabajar lo gastaba en salidas y prostitución. Esto afectaba su vida económica, pues estaba a punto de perder su trabajo por llegar drogado. Además, tenía problemas en su familia producto de su comportamiento alterado. Golpeaba y maltrataba a su esposa, no le importaba si tenían para comer ni ella ni sus hijos.
En un momento su esposa decidió abandonarlo y no había chances de que regresara a su lado. Desesperado, escuchó que había una salida en la Universal y comenzó a participar de las reuniones. Así, fue cambiando y abandonó los vicios, entonces decidió luchar por una vida diferente y por recuperar a su esposa.
Finalmente, Miguel Ángel obtuvo un buen trabajo, logró comprar cosas a las cuales antes era imposible acceder. Adquirió una camioneta 0 km y tiene su casa renovada completamente. Hoy disfruta una vida bendecida en familia.
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