Recientemente, un video divulgado en internet llamó la atención. Las escenas mostraban a un niño colgado de la cabeza en las rejas de una ventana. El incidente sucedió en China, cuando el niño, que estaba solo en la casa, subió a la ventana para “jugar” y se resbaló. Los vecinos llamaron a los bomberos que lograron rescatarlo después de cortar las barras de hierro que sostenían su pequeño cuerpo.
Otra noticia que también circuló por los medios de comunicación fue la de un niño de 4 años al que internaron en coma alcohólico en un hospital de Rumania. Según la información de la página británica DailyStar, el nivel de alcohol en su sangre era cinco veces mayor que la cantidad que se permite para poder conducir un vehículo. La policía del lugar investiga el caso e interrogó al padre, que llevó el niño al hospital.
Tanto la situación del niño atrapado en la ventana como la del que internaron por haber ingerido alcohol, retratan una actitud en común: la negligencia. O sea, en los dos casos, los padres o responsables deberían estar cerca para impedir que tales cosas absurdas sucedan.
La falta de atención
La negligencia se produce no solo con respecto al cuidado de los hijos. Hay muchos otros hechos que caracterizan la falta de atención y de responsabilidad. ¿Ya se detuvo a pensar si es negligente? Cada acción tiene una reacción y cada actitud tiene consecuencias, que pueden ser buenas o malas.
¿Conduciría un vehículo sin frenos, por ejemplo? El peligro es enorme. Es prácticamente el previo anuncio de una tragedia. ¿Vale la pena correr el riesgo? Sin duda, es mejor arreglar los frenos antes de ir por ahí conduciendo un automóvil con defectos. Lo mismo ocurre con sus actitudes. Sea siempre cuidadoso al tomar sus decisiones.
El negligente deja de lado una de las cosas más importantes en el ser humano: la inteligencia. Por eso, no permita que los sentimientos lo dominen. Sea racional y préstele atención a lo que realmente importa.
Cuando la responsabilidad involucra a otras personas, como a los hijos, por ejemplo, su atención no debe ser menos importante. Es aún mayor. Recuerde que ser correcto es ser responsable, incluso cuando eso exija muchos sacrificios. Crea: las consecuencias serán positivas no solo para usted, sino para todos a su alrededor. [related_posts limit=”17″]