Adorar a Dios no es solo cantar canciones o repetir oraciones. La verdadera adoración es rendición: es reconocer quién es Dios y entregarse a Él con humidad y sinceridad.
Hay 4 razones básicas por las que nosotros, de la Universal, Adoramos al Creador y Padre Justo.
- DIOS BUSCA ADORADORES EN ESPÍRITU Y EN VERDAD
El Señor Jesús Dijo:
“Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales adoradores busca que Le Adoren.” (Juan 4:23)
Dios no busca religiosos…, filósofos, fanáticos, el Dios–Vivo busca corazones entregados.
- LA ADORACIÓN TRANSFORMA AL QUE ADORA
La adoración nos acerca a Dios, nos libera, nos sana y nos fortalece.
— Libera la Presencia de Dios en nuestro interior por medio de nuestro culto racional (Salmo 22:3)
— Trae paz, humildad y discernimiento.
— Trae liberación, como en Hechos 16, cuando Pablo y Silas adoraron en la prisión y fueron liberados.
- LA ADORACIÓN ES GUERRA ESPIRITUAL
Cuando adoramos humilde y sinceramente, declaramos que Dios es Más Grande que cualquier situación, necesitad, limitación, pecado, problema o amenaza. En 2 Crónicas 20, el pueblo ganó una batalla adorando y confiando. Dios pelea por nosotros cuando confiamos en Él.
- DIOS ES DIGNO
Por encima de todo, adoramos porque Dios Es Digno. Él Es Santo, Justo, Misericordioso, Poderoso, Sublime y Eterno. Adorar es reconocer que Él es el centro de todo.
Adorar es darle a Dios lo que merece: nuestro corazón – alma – vida.
“Todo lo que respira alabe al Señor. ¡Aleluya!” Salmos 150:6
Ob. Júlio C. Freitas
¡Nos veremos en Salmos en Concierto o en las Nubes!