Existen algunas leyes fijas en el universo, y cosechar lo que se siembra es una de ellas. No se puede cambiar eso. Por lo tanto, quien planta injusticia, inevitablemente, cosechará injusticia, así también como quien planta perdón, asimismo cosechará perdón, etc.
En la Biblia, en el libro de Proverbios 11:31, está escrito:
“Ciertamente el justo será recompensado en la tierra; ¡cuánto más el impío y el pecador!”
“¿Cuál es el sentido de este versículo?” Preguntó una oyente del programa de radio “Habla que te escucho”, conducido por el obispo Clodomir Santos.
La duda citada anteriormente fue aclarada por el obispo durante el segmento “¿Usted entiende lo que le?”, en el cual él responde las dudas bíblicas enviadas por los oyentes del programa.
El obispo explicó que el justo es castigado cuando él desobedece; el perverso, naturalmente, es castigado por la vida perversa que vive.
Es decir, nadie sale ileso, tanto el justo como el perverso cosecharán el fruto de su desobediencia, así como los de la obediencia. La clase de semilla que fue plantada es la que determinará si el fruto será bueno o malo.
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