¿De qué sirve una unión repleta de compañerismo si está exenta de sexo? Puede apostar que esa relación es más una amistad que un matrimonio. Una unión, para ser completa, necesita respeto, admiración y sexo, que es indispensable en una relación conyugal saludable y exitosa.
¿Usted habla con su marido sobre este tema? ¿Él sabe cuáles son sus deseos? En el matrimonio, el hombre y la mujer deben conocer los gustos del otro. Necesitan saber lo que aprecian y lo que les da placer en los momentos más íntimo. Pero esa sintonía no se da de un momento al otro. La intimidad de una pareja exige un alto nivel de diálogo y eso se conquista a diario. Así como el sexo, que se perfecciona con el tiempo. Estar dispuesto a escuchar lo que el compañero quiere y lo que la compañera desea es el primer paso para fortalecer esa confianza.
“El acto conyugal, que es mucho más que el sexo, que una relación física, es la expresión más alta del grado de intimidad de una pareja. Es el termómetro del matrimonio en la cama. Cuando la situación en el lecho está mal y no hay placer para ninguna de las dos partes, es un indicio de un mal crónico dentro de la relación, que causará otros problemas más adelante”, explica Renato Cardoso, autor de Matrimonio Blindado junto a su esposa, Cristiane, con quien está casado hace más de 20 años.
Si usted está atravesando problemas con el sexo en su relación, no se desespere. La ausencia del acto conyugal en el matrimonio no es sinónimo de falta de amor. Es apenas una señal de que la pareja necesita rescatar la intimidad y volver a encender el deseo sexual. La rutina, el estrés, la frustración y hasta el cansancio pueden contribuir para entorpecer la rutina del amor. No deje que esos obstáculos destruyan la relación. No se olvide que toda pareja tiene derecho a ser feliz y, para eso, todos tienen el deber de agradar y comprender al compañero. Es necesario satisfacer sexualmente al cónyuge. El sexo es un ingrediente obligatorio, que existe para dar placer y satisfacción a su amor y a usted.
Por lo tanto, encare al sexo como un momento íntimo e importante para su relación. Usted y su marido deben ser amantes uno del otro. Para eso, recuerde mantener el diálogo y considerar que él es el hombre en el que usted más puede y debe confiar.
Contra la raíz de los problemas
Juan Pablo decidió enfrentar lo que hacía que no fuera feliz con su pareja. La Terapia del Amor lo ayudó a vencer los celos y a aprender a valorar a la mujer que tiene a su lado.
“Siempre quise encontrar a una mujer que me hiciera feliz y la encontré, era un sueño, hermosa, perfecta. Como mi problema eran los celos me empecé a volver loco. Pensaba que ella continuamente estaba seduciendo a los hombres para engañarme.
Vivíamos de apariencia pero dentro de casa éramos fríos, había discusiones, peleas y le demandaba más cariño, más intimidad. Más le pedía y menos se daba. Un día llegué a casa, de una cosa pequeña se hizo una gran discusión, entonces ella tiró todas mis cosas al patio. En ese momento hablamos de la separación.
Cuando pensé que no había más salida conocí la Terapia del Amor y cambió mi mentalidad. Pude ver a mi esposa con otros ojos, se despertaron las caricias, las palabras lindas, el buen trato, los regalos, todo lo necesario para reconquistarla. Hoy, esos fantasmas ya no están más en mi cabeza. Gracias al Espíritu del Amor mi matrimonio fue restaurado”.
Todos los jueves a las 16 y 20 h te esperamos en la Terapia del amor, Av. Corrientes 4070, Almagro.
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