Cuando un miembro de la familia se enferma o tiene un episodio que afecta gravemente su salud, todo el grupo siente el impacto. Se modifican costumbres, rutinas, horarios y hasta las horas de descanso.
Esos desajustes pueden provocar que otro integrante de la familia también se enferme, debido a que los niveles de estrés generan una baja en las defensas y aumentan el riesgo de padecer algún trastorno en la salud.
Un informe elaborado por la Universidad Autónoma de México (UNAM), advierte sobre estas consecuencias: “La eclosión de la enfermedad en la familia genera una serie de desajustes en la manera de convivir y funcionar por parte de sus miembros. En función de este proceso se generan una serie de respuestas adaptativas que pueden ser funcionales o disfuncionales, que pueden llevar a mayor estrés en la familia y a una crisis todavía más severa”, afirma el doctor Miguel Ángel Fernández Ortega, Jefe del departamento de Medicina Familiar de la Facultad de Medicina de la UNAM.
En ciertas ocasiones se da un efecto dominó, en el que después de que un integrante de la familia se enferma lo siguen otros, con diferentes patologías, y toda la situación se vuelve caótica. Todo el grupo familiar entra en una espiral descendente de sufrimiento que parece no tener fin.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
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