Hay momentos en los que el mayor avance espiritual no ocurre al hacer más, sino al detenernos. Detenernos en lo que nos limita, nos contamina, nos frena. Porque, cuando paramos lo que nos aleja de Dios, Él comienza a Manifestar Su Poder sin límites en nosotros.
Cuando paramos de mirar nuestras limitaciones…
– Dios nos hace experimentar lo ilimitado.
– La fe no se activa mirando lo que falta, sino creyendo en lo que Dios Puede hacer.
– Cuando dejamos de enfocarnos en nuestras debilidades, el Señor Espíritu Santo nos introduce en Su Fuerza, en Su Visión, en Su Provisión.
“No estáis limitados por nosotros, sino que estáis limitados en vuestros sentimientos”. 2 Corintios 6:12
Cuando paramos de murmurar…
– Dios nos hace testificar Su Grandeza, porque paramos de exaltar el mal.
– La murmuración cierra puertas, pero el poder de las palabras de fe las abre.
– Cuando dejamos de quejarnos, comenzamos a ver lo que Dios ya está Haciendo en nosotros y a través de nosotros.
– Y lo que parecía pequeño, insignificante, se convierte en una superación, un motivo de alabanza.
“Haced todas las cosas sin murmuraciones ni discusiones…”. Filipenses 2:14
Cuando paramos de dar excusas…
– Dios nos incluye en Sus Planes sin límites.
– Las excusas nos excluyen de la Voluntad de Dios.
– Pero cuando decimos “Aquí estoy, Señor”, Él nos capacita, nos Fortalece, nos envía, nos respalda.
– No se trata de estar listos, sino de estar disponibles para hacer lo que Él nos Mande.
“No digas: ‘Soy joven’, porque adondequiera que te envíe, irás…”. Jeremías 1:7
Cuando paramos de dudar…
– Dios nos hace disfrutar del cumplimiento de Sus Promesas.
– La duda retrasa lo que la fe acelera.
– Cuando decidimos confiar, aunque no veamos señales positivas, Dios honra esa fe Cumpliendo lo que ha Prometido.
– Las Promesas no son para los perfectos, sino para los que creen.
“Y bienaventurada la que creyó que tendrá cumplimiento lo que le fue Dicho de parte del Señor”. Lucas 1:45
Llegamos así a la conclusión de que:
– Cuando paramos lo que nos estanca, Dios comienza a fluir sin límites.
– Cuando paramos de mirar hacia abajo, Él nos eleva a un nivel espiritual superior.
– Cuando paramos de confesar la derrota, Él nos llena de fuerza y sabiduría.
– Cuando paramos de resistir a Su Voluntad, Él nos incluye en Sus Planes.
– Cuando paramos de dudar, Él nos cumple lo Prometido.
¿Qué necesitás parar hoy para que Dios comience a Obrar en vos?
– Hacelo con fe, y prepárate para testificar Su Grandeza durante esta primavera en tu vida.
¡Nos vemos en la IURD o en las Nubes❗️
Obispo Julio Freitas
