Un plato colorido puede garantizar una alimentación más completa y equilibrada. No es de hoy que madres y abuelas trasmiten esa sabiduría de generación en generación. Y ellas están en lo correcto. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que cada persona incluya siete o más porciones de frutas, verduras y legumbres coloridas y variadas en el menú.
Colores, nutrientes y propiedades
Alimentos blancos (cebolla, coliflor y ajo)
Poseen flavonoides, selenio y organosulfurados. Esas sustancias combaten procesos inflamatorios y alergias, fortalecen el sistema inmunológico, circulatorio y protegen contra enfermedades crónicas vinculadas al envejecimiento.
Alimentos verdes (Lechuga, rúcula, berro y brócoli)
Esas hortalizas presentan provitamina A, luteína, vitamina B2, vitamina B5, vitamina B9, vitamina C, vitamina K, calcio, hierro, magnesio y potasio. Ayudan en el crecimiento y en el mantenimiento de la piel, huesos, cabello y visión. Contribuyen a los sistemas digestivo, nervioso, inmunológico y sexual. Además de eso, reducen el colesterol y el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Alimentos amarillo-anaranjados (zanahoria, melón y calabaza)
Poseen provitamina A, carotenoides, vitamina C y flavonoides. Ayudan al buen funcionamiento de los sistemas inmunológico y sexual y protegen contra enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer. Contribuyen al crecimiento y a la mejora de la visión y de la piel.
Alimentos rojos (sandía, tomate y pimiento)
Son ricos en licopeno, vitamina C y ácidos fenólicos. Reducen el riesgo de cáncer, principalmente los de mama, próstata y estómago. Ayudan al mantenimiento de los vasos sanguíneos, encías y piel. Contribuyen a la formación de colágeno y fortalecen el sistema inmunológico. Reducen el colesterol y el riesgo de aterosclerosis y de enfermedades cardiovasculares.
Alimentos violetas (berenjena, repollo colorado, remolacha y cebolla morada)
Contienen antocianina, una sustancia que tiene acción anticancerígena y opera en la preservación de la memoria. También protegen contra enfermedades del corazón. En este grupo, la berenjena también ayuda a controlar la presión arterial y a mejorar el sistema circulatorio.
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