Un hombre mató de tres disparos en la espalda a su vecino luego de que sus esposas discutieran por una pelea que habían tenido sus mascotas. Ocurrió en la localidad bonaerense de Vicente López.
El nombre de la víctima es Sergio Beltrán, mientras que el agresor, que se encuentra detenido, es el médico Oscar Hernández, su vecino de la casa ubicada en Zufriategui al 1700. El matrimonio Beltrán vive en el primer piso, con sus hijos de 10 y 13 años. Los Hernández estaban en planta baja, con uno de sus cuatro hijos, de entre 20 y 30 años.
Todo comenzó con una simple pelea de perros. Laura, esposa de Beltrán, y Alicia, esposa de Hernández, estaban paseando a sus mascotas, cuando se encontraron en la esquina de las calles Zufriategui y Río Bermejo. Los animales se vieron y comenzaron a ladrarse. Esa situación generó una discusión entre las mujeres, con gritos e insultos, según contaron los vecinos.
Tras la pelea, Alicia entró a su casa a buscar a su marido, Oscar, mientras que Laura llamó a Sergio para que saliera del puesto de diarios en el que trabajaba, ubicado a tres cuadras del lugar del hecho, y fuera a su casa.
Según pudo reconstruir la policía, en la escalera que lleva a la casa de los Beltrán se enfrentaron ambas familias y fue allí donde el médico Oscar Hernández sacó un revólver y disparó contra la pareja vecina y le acertó tres disparos en la espalda a Sergio, que intentó proteger a su esposa.
El hombre falleció en el hospital de Vicente López. El agresor escapó del lugar junto a su esposa en un Suzuki Fun bordó y se entregó a las 16 en la Fiscalía 1ª de Vicente López, vestido con un pijama. Según fuentes, en el lapso que estuvo prófugo recibió asesoramiento jurídico.
Fernanda, que trabaja en la consultora Syntesys, que está situada al lado de la propiedad de ambas familias, contó a La Nación que pasadas las 9 de la mañana oyó ladridos, insultos y luego tres tiros.
Durante el allanamiento, los policías encontraron en distintos ambientes de la casa del agresor siete armas largas, entre ellas escopetas, carabinas y un rifle calibre 22 hecho ametralladora; dos revólveres calibre 38 y 22; dos réplicas de pistolas; municiones, y varios cuchillos que utilizan las fuerzas de elite. No encontraron el arma homicida, que, se cree, hizo desaparecer mientras estuvo prófugo.
Abusada en un boliche
“Me llevó a un rincón oscuro, me empujó y me tiró al piso. Me puso en cuatro patas y me violó”, dijo Camila, la joven de 19 años que denuncia haber sido violada el domingo por la madrugada en el boliche “La Negra”, en la zona del Congreso.
“Después vinieron tres amigos y también me violaron. Yo gritaba un montón y nadie me hacía caso. Yo gritaba muy fuerte. Tengo todas las rodillas lastimadas”, narraba. En la salida del boliche pidió ayuda a un patovica, que no la escuchó.
El hecho, según relató Andrés Bonicalzi, abogado de la joven, ocurrió en el segundo piso del boliche “La Negra”, ubicado en Av. Rivadavia 1910.
Asesinado mientras estudiaba
El episodio ocurrió cerca de las 5 de la mañana del jueves 17. Mariano estudiaba en la habitación de su casa, en la localidad bonaerense de Ciudad Evita. Tenía que rendir un examen del Ciclo Básico Común (CBC) de la UBA. El joven pensaba estudiar para contador público y también trabajaba. Lo hacía en una peluquería del barrio porteño de Caballito como asistente.
Lo cierto es que esa madrugada su mamá y él se quedaron dormidos, después de tantas horas de estudio. En ese momento, un joven de unos 25 años se metió por la ventana de la habitación con la intención de robarles.
Los ruidos despertaron a Mariano y luego a la madre. Ambos intentaron echar al ladrón.
Hubo empujones y forcejeos de un lado y del otro hasta que la explosión de un disparo detuvo todo. El proyectil dio en el hombro izquierdo de la víctima.
El asaltante escapó junto con un cómplice que lo esperaba afuera. Mariano fue internado en el hospital Balestrini de La Matanza, hasta que el domingo su cuerpo dijo basta y murió. La bala había afectado diversos órganos del joven, lo que le provocó la muerte.
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