La piel del hombre y la de la mujer son distintas. Principalmente, son tres los factores fisiológicos que las diferencian: el espesor, la firmeza y la secreción sebácea. Es un tipo de piel más grasa que la de las mujeres y cuyo principal problema son los brillos. Como se trata de una piel diferente debe cuidarse con productos específicos.
Las características de la piel masculina hacen que los hábitos de higiene sean distintos a los de las pieles femeninas. Esto se debe a que la piel masculina es un 24% más espesa que la de la mujer, por lo que es más resistente. Asimismo, el hombre tiene una piel más firme y envejece más tarde pero, sin embargo, de manera más brusca. Además, la cantidad de grasa cutánea secretada por el hombre es mucho mayor por razones hormonales. Por ello, tiene más imperfecciones y brillos, sobre todo en la zona T. Sin embargo, la piel de las mejillas y el cuello, al estar sometida al afeitado, tiene una mayor tendencia a la deshidratación y la sequedad.
Muchos hombres sufren problemas de irritación en la cara después del afeitado diario. De hecho, no son pocos los que prefieren dejarse barba, antes de enfrentarse diariamente a la máquina de afeitar.
Si bien siempre se ha pensado que la piel sensible es un atributo exclusivo de las mujeres, los hombres no están ajenos a ella. En esto inciden varios factores, como la presencia de alergias y la irritación que produce el utilizar ciertas sustancias específicas.
Los sistemas que se utilizan actualmente para el afeitado son dos: la máquina eléctrica y la afeitadora manual. Ninguno de ellos es mejor que el otro, ya que ambos causan los mismos efectos en la piel.
Sin embargo, para que actúen de la mejor manera posible, es importante tener en cuenta ciertas recomendaciones:
– Un pelo muy crespo en la barba no debe ser afeitado con una máquina que los haga girar, ya que eso desvía el ángulo de crecimiento y puede producir una incrustación en la piel llamada pseudofoliculitis.
– Si se utiliza máquina eléctrica es preferible afeitarse con la cara seca y antes de la ducha.
– Si se utilizan afeitadoras manuales, es recomendable afeitarse con la cara húmeda, después de la ducha. Se aconseja usar un producto lubricante que ablande el pelo y dilate los poros.
– Ante la presencia de una inflamación, es recomendable dejar de afeitarse por unos días, para permitir que mejore la piel; si con eso no mejora, consulte a un dermatólogo.
– Utilice cremas de afeitar que sean hipoalergénicas, de modo de evitar ardor, enrojecimiento y molestias en la cara.
– Evite el uso de after shave o perfumes directos en la cara.
– Utilice periódicamente una crema hidratante, calmante y sin olor, después del afeitado
¿Qué es la pseudofoliculitis?
La pseudofoliculitis se produce cuando el pelo, en vez de salir por el poro hacia afuera, comienza a crecer bajo la superficie de la piel. Por lo general ocurre en la zona del cuello, aunque también es posible que se produzca en el rostro. Una de las causas que la favorecen es la realización de un corte en forma oblicua y no recta, que facilita la incrustación del pelo (y que posteriormente puede llevar a una inflamación y a una pústula).
También puede producirse por la sequedad y el aumento de grosor en la piel. Entre los factores que inciden está el afeitado frecuente, la barba gruesa y crespa, el uso de perfumes y after shave, y el cambio en el método de afeitado. En caso de que se presenten infecciones, es importante acudir a un especialista.
Factores que afectan la piel masculina
Los factores que afectan de manera negativa a la piel masculina son la edad, el cansancio y el estrés, la contaminación, la dieta desequilibrada, los problemas de salud, no hacer ejercicio físico, fumar y consumir alcohol. Son los mismos que afectan a la piel femenina, sin embargo, inciden de manera diferente en los hombres.
Los hábitos cosméticos que deben seguir los hombres para mantener su piel cuidada son:
– Una buena limpieza facial con productos específicos para el rostro.
– Afeitarse después de la ducha y de limpiar la cara con un producto que prepare el rostro para el afeitado.
– Utilizar tratamientos faciales: hidratantes, nutritivos, anti-arrugas, anti-edad, contorno de ojos, específicos para pieles grasas, etc.
– Utilizar productos de protección solar para antes, durante y después del sol.
– Ducharse con productos específicos y usar desodorantes después de la ducha.
– Utilizar productos contorno de ojos para evitar las ojeras y bolsas.