Toda mujer sabe la incomodidad que le generan los 3 a 7 días de sangrado durante el ciclo menstrual. Imagine entonces lo que provocaría un sangrado diario.
La hemorragia uterina disfuncional es un sangrado uterino anormal causado por un problema hormonal. Es posible que el útero sangre en un momento que no sea su período menstrual regular. Las menstruaciones pueden durar más o ser más cortas, y podría sangrar una mayor o menor cantidad que de costumbre.
En estos casos, la hemorragia puede ser el resultado de una cantidad demasiado alta o demasiado baja de estrógeno. Es posible que sangre de manera anormal si uno de los ovarios no libera un óvulo durante la ovulación.
Los síntomas de la hemorragia uterina disfuncional son el sangrado entre períodos menstruales; una hemorragia que comienza 12 meses o más tarde después de haber pasado la menopausia; un sangrado que dura más de lo usual o de 7 días en su período regular; un sangrado que dura menos de lo normal o menos de 2 días; un intervalo de tiempo más corto o más largo que de costumbre entre los períodos menstruales.
Para diagnosticarlo, el médico suele ordenar análisis de sangre, una biopsia, un ultrasonido, una histeroscopía (un examen de endometrio, el tejido que recubre el interior del útero) o una prueba de Papanicolau.
Recuerde que usted tiene el derecho de participar en la planificación de su cuidado. Aprenda todo lo que pueda sobre su condición y como darle tratamiento. Discuta con sus médicos sus opciones de tratamiento para juntos decidir el cuidado que usted quiere recibir. Usted siempre tiene el derecho a rechazar su tratamiento. Esta información es solo educativa. Su intención no es darle un consejo médico sobre enfermedades o tratamientos. Consulte a su médico antes de seguir cualquier régimen médico para saber si es seguro y efectivo para usted.
“Estaba sola, enferma y muy débil”
Neemesia López fue sanada de un trastorno que afecta a muchas mujeres, la hemorragia uterina disfuncional. En su caso, le había producido anemia y consecuentemente su estado de salud era delicado.
“Antes de llegar a la Universal tenía hemorragias en la matriz, estaba con infección. Llegué al punto de tener mal olor, la situación era complicada, para los médicos ya no tenía solución. Esto me causaba una angustia terrible que me llevó a involucrarme con el alcohol y el cigarrillo.
Para empeorar, mi esposo se fue de casa. Me quedé sola, salía a la calle y me perdía. Veía todo oscuro por la anemia. Así fue mi vida hasta que vi la programación de la iglesia. Comencé a tomar el vaso de agua todas las noches hasta que encontré la dirección. Participé de las reuniones, al tiempo fui sanada y libre de los vicios. Perseveré y mi matrimonio fue restaurado, trabajo de manera independiente y soy feliz. Solo Dios pudo hacerlo posible”.
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