Saber cómo vestir bien, especialmente a la hora de hablar del armario masculino, es una cuestión de gusto y estilo, ceñido siempre a colores, patrones y tejidos concretos. Sin embargo, la elegancia es algo muy diferente: si no cuidas también los pequeños detalles, es posible que todos tus esfuerzos por ir ‘como un pincel’ se vean deslucidos a la mínima ocasión… ¿Quieres saber qué detalles no se te deben escapar?
1. Mantén los zapatos brillantes. Ya sean nuevos o comprados diez años atrás, los zapatos deben lucir casi, casi como un espejo. Manchas, polvo acumulado, barro… deslucen totalmente tu look para cualquiera que dirija una mirada a tus pies.
2. El cabello, a la medida justa. Ni largo, ni corto, sino todo lo contrario. Tu corte de pelo dice mucho de ti: enmarca el rostro, y hace destacar la frente, la nariz, la barbilla o los pómulos, dependiendo de la forma que le dé tu peluquero o estilista. Un buen corte es la mejor tarjeta de presentación.
3. Utiliza una colonia suave, pero masculina. El poderoso efecto del perfume no es equivalente a la cantidad de producto que te eches, o la intensidad del mismo. Dedica algún tiempo a elegir la fragancia que más se adecue a ti, tus gustos y personalidad.
4. Procura que los accesorios coordinen con el resto del look. Un reloj deportivo asomando por debajo de la manga de un traje de firma no sólo resulta chocante, si no que desequilibra el conjunto, y tira al traste todos tus esfuerzos por ir perfecto. Si usas joyas, como anillos, brazaletes o colgantes, asegúrate de que no sobrecarguen el efecto final.
5. Colores a la par. Aunque el total look (vestir enteramente de un mismo color) está más de moda que nunca, hay ocasiones en las que romper la monotonía no sólo es divertido, si no que le da un toque arriesgado y chic a tu persona. Eso sí, evita las estridencias, y apuesta siempre por colores complementarios.
6. Plancha, plancha, plancha. Parece una obviedad, pero las arrugas en el tejido son el peor enemigo de la elegancia. Si tienes un traje de firma que quieres lucir en una ocasión especial, no lo dudes y llévalo al tinte unos días antes para que lo acondicionen y lo dejen perfecto.