“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.” 1° Timoteo 4:14
“No descuides el don que hay en ti, que te fue dado mediante profecía con la imposición de las manos del presbiterio.” 1° Timóteo 4.14
El motivo por el cual muchos obreros fracasaron en sus respectivos ministerios se da porque, a lo largo de los meses y los años que están trabajando en la Obra, permiten que un “CANCER ESPIRITUAL”, que puede aparecer por la relajación y conformismo, invada sus corazones haciendo que el don más importante del mundo, que es el don de la fe, sea abandonado.
Observe que varias personas reciben diversos dones, como, por ejemplo, el arte de la medicina, de la abogacía, de la administración, del deporte en general, entre otros tantos. Nosotros recibimos el don de la fe, el arte de liberar, curar y bendecir a las personas. Eso es muy fuerte, pero muchos han despreciado ese don. Y, por consiguiente, terminan perdiéndose.
Por eso, es importante que vigilemos, para no caer en esa trampa del diablo.
Dios los bendiga
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