– Marcos, ¿cómo estaba su corazón antes de llegar a la Terapia del Amor?
– “Yo crecí en un ambiente cerrado al amor. No conocí a mi padre. Mi abuela y mis tías habían fracasado en la vida sentimental. Ellas vivían solas y con frustraciones. Y yo crecí en ese ambiente, con complejos y miedos. Cuando crecí, me involucré sentimentalmente con una persona que estaba en otra relación. Pero nuestra relación terminó y quedé con mucho dolor. Llegué a mendigar amor. Esa fue una razón más para cerrar mi corazón y decirle no al amor. Yo pensaba que no había nacido para ser feliz.
Estuve mucho tiempo en soledad. Todas las personas de las que yo me enamoraba, ya tenían compromisos. Eso era muy frustrante. Así llegué a la Terapia del Amor, con miedos, inseguridades y triste”.
– Sabrina, ¿cómo era su vida sentimental?
– “Yo también crecí con complejos. Desde que iba al colegio creía que las demás chicas eran más lindas que yo, que nadie se iba a fijar en mí. Era una certeza que yo tenía. Ese pensamiento me hacía sufrir. Yo decía que nunca iba a ser feliz. Miraba a mis amigas y siempre alguien se estaba fijando en ellas o estaban en una relación y luego se casaban, pero yo, nada.
Una vez, tuve una relación con una persona de la cual me decían que no era buena, pero no me importó. Luego, me decepcionó y, al poco tiempo, él ya estaba con otra persona. Quedé desilusionada y los pensamientos malos crecieron más. Yo quería conocer a alguien, pero no lo lograba. Estaba sufriendo mucho”.
– ¿Cómo empezó la cura interior, Marcos?
– “Al abrirle mi corazón a Dios, Él me lavó de los pensamientos negativos. Entonces, empecé a pensar que sí iba a ser feliz”.
– ¿Cómo fue en su caso, Sabrina?
– “Yo empecé a participar de la Terapia y a poner en práctica lo que se enseñaba en las charlas porque necesitaba sanar mi interior. Dios limpió mi corazón de todo lo malo y, entonces, pude empezar a creer que Él podía bendecirme. Nosotros íbamos a la misma iglesia. Un día nos presentaron, nos conocimos y llegó la bendición que yo siempre había querido”.
– Marcos: “Nos pusimos de novios unos meses. Y no actué con miedo, sino que tomé la decisión de ir al frente y le propuse matrimonio”.
– Sabrina: “Hoy estamos felices y casados. Cumplimos nuestro sueño, gracias a Dios”.
En las charlas de la Terapia del Amor, que se realizan todos los jueves, la Universal busca concientizar tanto a los casados como a los solteros, sobre la importancia de curar el alma, de invertir en sí mismo y de actuar de acuerdo con la razón.
Participe a las 8 h, 10 h, 16 h y 20 h en la Universal más cerca de su domicilio.
Si usted quiere comunicarse con nosotros, puede hacerlo llamando al (011) 5252-4070.