«Así también está escrito: Fue hecho el primer hombre Adán alma viviente; el postrer Adán, Espíritu vivificante.
Mas lo espiritual no es primero, sino lo animal; luego lo espiritual.
El primer hombre es de la Tierra, terrenal; el segundo hombre, que es el Señor, es del Cielo.
Cual el terrenal, tales también los terrenales; y cual El Celestial, tales también los celestiales.
Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la Imagen del Celestial.
Pero esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios, ni la corrupción hereda la incorrupción». 1 Corintios 15:45-50
De alma viviente a Espíritu vivificante
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