Cuando una persona pierde por no tener la humildad de buscar ayuda, ella no pierde porque es débil o porque el problema es más fuerte que ella, sino por querer mantener la apariencia y su orgullo. Y es eso lo que muchos hombres han hecho. Por eso, han sufrido con la “maldición de Caín”, que los hace huir constantemente de sus problemas y estar sin rumbo, sin enfoque y objetivos en este mundo.
Sepa más sobre esto al mirar el video (15 minutos).
Usted decide: ¿HUIRÁ o lo ENFRENTARÁ?