Inés Pogonza quería formar su familia, pero veía que a su alrededor todos los matrimonios se destruían. Como le tenía miedo al fracaso matrimonial recurrió a los espíritus buscando protección. Hacía años que tenía dolores de cabeza constantes, era muy nerviosa y agresiva, por lo tanto las peleas surgían inevitablemente.
“Si bien mi esposo trabajaba, lo estafaban siempre, entonces yo le pedía que cambiara de trabajo, que hiciera algo, pero él era muy tranquilo y ni me contestaba. Ante esa reacción me volvía agresiva porque veía las necesidades que teníamos. En una de esas tantas peleas que tuvimos él tomó un cuchillo y casi me mató.
Nuestra vida estaba llena de deudas y enfermedades, solo queríamos terminar con todo. Llevaba treinta y seis años de sufrimiento, pero cuando vi la programación de la Universal, no perdí tiempo porque estaba cansada de sufrir.
Al participar de las reuniones me sentí aliviada, no fue en un día, ni en un mes, tuve que perseverar, fue un proceso. Me costó entender pero esta era la última puerta y al usar mi fe en la Hoguera Santa obtuve las respuestas que necesitaba.
Hoy me siento tranquila, no discuto, no peleo ni golpeo a mi esposo, gracias a Dios hoy estamos bien, las perturbaciones espirituales, los vicios y las enfermedades desaparecieron. Incluso mi vida económica cambio. Nuestro matrimonio fue restaurado luego de siete años de separación. Hoy tenemos diálogo, tenemos amor y paz, una familia unida. La transformación total se produjo”.
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