Los montes citados en la Biblia testificaron las grandes maravillas, que se volvieron parte de la Historia, desde la liberación de un pueblo sufrido, esclavizado y sin esperanza, hasta la llagada del Libertador de la humanidad.
Todo comenzó en el Monte Sinaí, conocido como el “Monte de Dios”. Fue allí que Moisés oyó la voz del Señor por primera vez y recibió la primera señal de Su poder, al ver que la zarza ardiente no se consumía:
“Y se le apareció el ángel del SEÑOR en una llama de fuego, en medio de una zarza; y Moisés miró, y he aquí, la zarza ardía en fuego, y la zarza no se consumía. Entonces dijo Moisés: Me acercaré ahora para ver esta maravilla: por qué la zarza no se quema. Cuando el SEÑOR vio que él se acercaba para mirar, Dios lo llamó de en medio de la zarza, y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: Heme aquí. Entonces Él dijo: No te acerques aquí; quítate las sandalias de los pies, porque el lugar donde estás parado es tierra santa.” Éxodo 3:2-5
Es posible tener una idea de la importancia del Sinaí en las escenas de la novela “Los Diez Mandamientos”, de la Red Record. Fue allí que Dios eligió y capacitó a Moisés para ser el hombre que cambiaría la historia del pueblo hebreo.
Sin embargo, a pesar de ser uno de los montes más famosos de la Biblia, no es solo el Sinaí que aún hoy es recordado por pasajes citados en la Biblia. Actualmente, el abastecimiento de agua en Israel depende de otro monte: el Hermón (foto de abajo). También conocido como el “Monte de la Transfiguración” y el “Alto Monte”, es el lugar en el que el Señor Jesús fue transformado:
“Seis días después, Jesús tomó consigo a Pedro, a Jacobo y a Juan su hermano, y los llevó aparte a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos; y su rostro resplandeció como el sol, y sus vestiduras se volvieron blancas como la luz.” Mateo 17:1,2
La renuncia por un bien mayor
¿Y por qué Jesús elegiría el monte más alto, el más difícil de escalar – el Hermón casi siempre está cubierto de nieve, incluso cuando las tierras que están alrededor se queman con el sol del verano? Sí, cualquier otro lugar podría haber sido elegido, pero ninguna subida sería tan sacrificada como la del “Monte de la Transfiguración”.
Es fácil elegir el camino más corto. Es simple optar por un atajo. Pero, quien está dispuesto a pagar el precio por una transformación no se preocupa con eso. El Señor Jesús sabía los obstáculos en el camino, pero Él estaba determinado.
El sacrificio es la única forma de obtener éxito, eso en cualquier aspecto de la vida, principalmente en el ámbito espiritual. Por esa razón, la Universal está promoviendo el Ayuno de Daniel. Es la renuncia por el bien mayor: el Espíritu Santo. Es un propósito diferente. Son 21 días para desconectarnos de todo lo que nos quita tiempo para conectarnos más con Dios.
Conexión con Dios
No será fácil. El mal invertirá para desviar su foco, incluso estando dentro de la Iglesia, por eso la importancia de revestirse de toda la Armadura de Dios – el Espíritu Santo (lea Efesios 6:11-13).
La propuesta principal de este periodo de abstinencia de informaciones seculares es su transfiguración, o sea, su transformación completa, de la misma forma que sucedió con el Señor Jesús. En el final del Ayuno de Daniel, el 11 de octubre, el obispo Macedo, juntamente con los otros obispos y pastores de la Universal, harán el sacrificio de subir al Monte Hermón para clamar a Dios por ese cambio en la vida de todos los que también sacrificaron espiritualmente.
Si usted tiene alguna duda, acérquese a alguna Universal cercana a su domicilio ingresando aquí. Allí habrá hombres y mujeres de Dios para ayudarlo.
¿Usted está participando del Ayuno de Daniel o ya participó en alguno?
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