La inestabilidad económica y social repercuten en la salud de la población porque aumenta el estrés y la depresión. Las alteraciones de ánimo, como la depresión, combinadas con la ansiedad generan un 30% más de probabilidades de sufrir un problema cardiovascular en personas con presión arterial elevada, colesterol alto, obesidad, exceso de triglicéridos y anomalías en los niveles de azúcar en sangre. La evidencia proviene de Alemania, donde un grupo de científicos lograron descubrir que todo sucede debido a la carga hormonal que se activa cuando los niveles de estrés, depresión o ansiedad son muy altos y constantes en el tiempo. Como resultado, se da una inflamación de la amígdala, que es el centro de control emocional del cerebro, la aorta y la médula ósea.
Aunque la hipertensión y el consumo de cigarrillos son los mayores factores de riesgo para un mal cardíaco, la depresión o el estrés por sí solos son los causantes del 15% de las muertes de males del corazón: la misma cifra que se ve para la obesidad y los niveles altos de colesterol. “Nuestra recomendación es que a quienes ya tienen hipertensión, obesidad o que fuman mucho también se les revise su salud emocional, pues esto puede aumentar más su riesgo cardíaco”, indicó en un comunicado de prensa Karl-Heinz Ladwig, coordinador del estudio.
Controlar el estrés y estado anímico son pilares fundamentales para combatirlas. Realizar actividad física genera endorfinas, hormonas que bajan los niveles de estrés y depresión y dan una sensación de bienestar.
“Por la depresión me volví alcohólica”
Erminda Vallejos llevaba una vida normal, pero su esposo sufrió un accidente automovilístico que le dejó secuelas físicas y psicológicas, entonces ella tuvo que hacerse cargo de su casa. Los problemas y las enfermedades no tardaron en aparecer y ella entró en un grave cuadro depresivo.
“Durante 15 años tuve que tomar pastillas para dormir. Como me volví alcohólica, tomaba las pastillas con alcohol, mi hija me tenía que higienizar y dar de comer con sus doce añitos. No tenía fuerzas físicas para luchar. Estaba tan nerviosa que hasta tuve una parálisis facial”, revela.
Buscando una salida participó de las cadenas de oración, usó su fe y Dios le respondió. Fueron sanados, libres de todo lo que les hacía estar mal y económicamente no solo recuperaron todo lo perdido, sino que conquistaron mucho más. “Hoy mi vida está muy bien, el matrimonio restaurado, fui sanada, se fue la depresión y no tengo secuelas de la parálisis facial”, afirma sonriendo.
Martes a las 8, 10, 16 y principalmente a las 20hs en Av. Corrientes 4070 – Almagro o en la Universal más próxima a su casa.
La Iglesia Universal del Reino de Dios aclara que todos los conceptos emitidos en este periódico,como en su programación radial y televisiva, en modo alguno deben ser interpretados en desmedrode la medicina, ni de quienes la practican. NO DEJE DE CONSULTAR A SU MÉDICO.
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