María participó en las reuniones de los domingos a las 15h y logró la libertad que buscaba: “Antes de llegar a la reunión del tratamiento de la cura de los vicios, consumía alcohol y cigarrillos. Desde hacía catorce años que estaba involucrada. Vine, participé y, ahora, me encuentro diez puntos.
Una vez, encontré media botella de whisky en mi casa y me generó arcadas solo sentir el olor. Entonces, lo tiré por el inodoro. Gracias a Dios, estoy libre.
El tratamiento sí funciona. Todo lo que se hace acá es verdad. A este tratamiento lo conocí por una invitación que me hicieron. Les recomiendo a las personas que están pasando por lo que yo pasé que se acerquen”.
Participe del Tratamiento para la Cura Definitiva de Todos los Vicios, a las 15 h, en la Universal más cercana de usted.
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