Redimir es conseguir la libertad de una persona o sacarla de la esclavitud mediante el pago de un precio. y esta es la remisión ―liberación espiritual― que todos que fueron libres y hoy desfrutan de la misma por medio de la paz, seguridad y alegría, quiere para los demás y Le pide a Dios. Incluso por la nación.
Para todos los que creen se entregan al Dios Vivo, existe la Promesa de ser libres sus angustias.
La angustia es un sentimiento de tristeza profunda como la depresión por la pérdida de alguien o de algo. La angustia aflige el alma de sus víctimas.
Y el Señor Jesús Vino a este mundo para Redimir, Rescatar nuestra alma de las angustias… por medio del Precio que pagó con Su Propia Sangre Derramada en la Cruz.
El Señor Jesús nos enseña acerca de esta necesidad, vea:
Y el que Me ve, ve Al que Me ha enviado. Yo, la Luz, he venido al mundo, para que todo el que cree en Mí no permanezca en tinieblas. Juan 12:45-46
Cuando Dios nos Redime, somos libres de las tinieblas, de todas nuestras angustias ―prisiones espirituales, emocionales, sociales y religiosas.
La pregunta que debemos hacernos es:
Quien nos ve, ¿ve a Jesús? ¿Seguimos en las tinieblas, presos a traumas, adiciones, complejos, idolatría, promiscuidad, violencia, mentiras, incredulidad… o estamos Alumbrados, Bautizados con el Espíritu Santo?
Cada uno debe contestarse esta pregunta a sí mismo.
He estado todos los días acá con ustedes durante estas 3 semanas, espero que de alguna manera estas 21 Reflexiones los podido ayudar en algo., Comparta su experiencia, seguramente ayudará a otros.
¡Nunca más a oscuras!
¡Y los que ya somos Bautizados con el Espíritu Santo, seamos Usados como nunca antes!
Obispo Júlio Freitas