A veces, lo más correcto, honesto y valiente que usted le puede decir a una persona es “no”. El miedo a desagradar a alguien, o a perder la admiración de las personas, puede llevarlo a decir “sí” en contra de su voluntad. Eso es debilidad de carácter y puede costarle caro.
Todos tienen el derecho de aceptar o no algo. Sepa ejercerlo sin miedo y conscientemente.
Extraído Blog Obispo Renato Cardoso
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