Dios actúa de esta manera, una y otra vez, en la vida de las personas.
Él las rescata de la sepultura para que disfruten de la luz de la vida.
Job sabía muy bien lo que era ver y sentir su vida en una cueva…
«Él ha redimido mi alma de descender a la fosa, y mi vida verá la luz. He aquí, Dios hace todo esto a menudo con los hombres, para rescatar su alma de la fosa, para que sea iluminado con la luz de la vida». Job 33:28-30
¿Ya te sentiste así?
Lo que sea que te haya hecho sentir un muerto vivo:
- La tristeza profunda por estar separado de Dios,
- La angustia que nada remueve,
- El matrimonio arruinado,
- La pérdida de un ser querido que aún no se superó,
- El fracaso profesional, económico, social,
- El diagnóstico de una enfermedad incurable…
Existen miles de personas que buscan a Dios en la Universal, que pueden probar que esa palabra es verdadera, porque sus vidas estaban en una cueva y hoy pueden decir: “¡Dios me rescató de la cueva y ahora mi vida está llena de luz!”.
Les pido a todos, sin excepción, por favor, siempre que estén en una reunión o en un evento de la Universal, que escuchen atentamente, oren, canten, participen de la reunión de comienzo a fin, con el corazón abierto, porque en estos momentos no hay religión, sino un pueblo bajo las alas del Altísimo, nuestro Padre Celestial.
Y Él está listo para rescatar de la muerte, de la sepultura, del dolor a cualquier persona que clame por ayuda.
¿Estás viviendo de esta manera? Entonces, no vaciles en pedirle a Dios que te saque de esta situación y que te lleve a la luz de la vida.
¿Conocés a alguien que está viviendo en la sepultura como muerto vivo? Compartí esta palabra de fe y sé un instrumento de Dios para rescatar a los o sufridos.
Obispo Júlio Freitas