“Y os haré pasar bajo Mi Cayado y os haré entrar en el vínculo del pacto;” Ezequiel 20.37
Dios no obliga nada a nadie. Pero sólo hay pacto con Él si manifestamos la fe, que es el cayado para entrar en su Reino. Solo así, permaneceremos en Alianza con el Altísimo, lejos del pecado.