Él tenía todo para ser feliz. Disfrutaba los bienes de su padre y tenía su protección. Pero decidió dejar lo que era seguro por lo que era incierto. Se cansó de la rutina disciplinada y le pidió a su padre la parte que le correspondería de su herencia. Así, despreció todo lo que le había brindado con mucho amor.
Este joven quería el dinero, pero no a su padre. Así fue como partió a una tierra lejana y, después de haber “disfrutado” las riquezas con los placeres que el mundo le ofrecía, se quedó sin nada. Pasó por necesidades y humillaciones, a tal punto de desear los alimentos que recibían los cerdos.
El dolor y la angustia fue tan grande, que recordó lo bien que estaba cuando vivía junto a su padre. Allí, en esa desesperación, reconoció el error que cometió y decidió emprender el viaje de regreso a su casa.
Lejos de casa
Al reflexionar sobre esta historia, que el Señor Jesús relató en el capítulo 15 del Evangelio de Lucas, podemos darnos cuenta de que este joven no quería que su padre interfiriera en sus planes. Por ese motivo, huyó lejos de su hogar. Hoy en día no es diferente.
Aunque Dios está en todo lugar, y es imposible huir de Él, las personas se alejan, al despreciar las cosas que Le pertenecen. Cuando alguien sale de la Iglesia, no quiere tener ningún recuerdo de las cosas de Dios: si ve alguna programación de la Iglesia, cambia de canal; guarda la Biblia y ya no la deja expuesta; es decir, busca mantener distancia.
Dios le está esperando
Sin embargo, así como en la parábola del hijo pródigo, Dios le espera con los brazos abiertos. Tal vez usted sea esa persona que, al igual que el joven de la historia, está lejos del Padre y hoy padece por haber tomado decisiones equivocadas. Quizás se pregunte si Dios lo recibirá nuevamente, aun con tanta suciedad acumulada en el corazón. Sepa esto: ¡Dios lo espera de vuelta! Él no lo juzgará, sino que lo perdonará.
Por este motivo, lo esperamos este domingo 17 de noviembre, a las 7 h, 18 h y, principalmente, a las 9:30 h, en la reunión del Domingo del Rescate. Participe en el Templo de la Fe, Av. Corrientes 4070, Almagro. Y en todas las Universal del país.