En la noche del lunes 2 de noviembre, feriado por el “Día de los Muertos”, un niño de solo 4 años murió por la picadura de un escorpión, en la localidad de Ibirá en San Pablo, Brasil. Debido a la muerte del niño, sus padres, Lucas da Silva y Natália Balieiro, se desesperaron y bebieron veneno. Llevados hacia el hospital, el padre no resistió y también murió. La madre se encuentra internada en grave estado en la Unidad de Terapia Intensiva.
El dolor de ser separado de una manera tan inesperada de los que amamos es incomparable. En el momento en el que el niño murió, sus padres, se quedaron sin razón para vivir, sin rumbo. Sin embargo, desistir de vivir, por más difícil que sea la situación, no es la solución.
El obispo Francisco Decothé explica que el suicidio puede parecer, a veces, la única salida, pero esa idea siempre es falsa, porque la persona enfrentará una situación aun más difícil. “Cuando una persona se suicida está cometiendo un acto contra el templo del Espíritu Santo. Porque nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo y está yendo hacia un lugar peor del que se encuentra hoy.”
Antídoto para la situación
La Biblia relata que cuando se le preguntó al Señor Jesús sobre el principal mandamiento de la ley de Dios, Él respondió: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento.” (Mateo 22:37-38)
Es decir, es necesario entregarse verdaderamente a Dios y confiar en los caminos que Él ha escogido para el hombre.
En un video el obispo Edir Macedo explica: “Usted debe tener a Dios en primer lugar. Tiene que hacer de Él su Señor, su Dios, su Salvador, el Altísimo”.
La persona que tiene a Dios como su Soberano no renuncia a ser el templo del Espíritu por ningún motivo, ni por depresión, enfermedad física o psicológica, pérdida de bienes materiales o de seres queridos. “Debe ser considerado con Él mucho más de lo que ha sido con su madre, padre, hijo, hermano, hija, esposo, esposa, prometido, novia, novio, seres queridos, dinero…”, destaca el obispo.
De esta manera, Él lo ayudará a superar los obstáculos y a vencer el dolor. Estando con el corazón en Dios, y en nada más, existe la certeza de las bendiciones Divinas y de la Vida Eterna.
Para descubrir dónde realmente está su corazón, el obispo recomienda que reflexione sobre sus pensamientos. ¿Dios es el que ocupa su mente la mayor parte del tiempo?
Aprenda más sobre la importancia de mantener el corazón en Dios conversando con un pastor u obispo en la Universal más cercana a su domicilio.
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