¿Por qué es importante tener el Espíritu Santo?
Frente a Goliat, todo el pueblo de Israel tenía miedo, incluso Saúl, porque Goliat era un gigante de mucha estatura.
David era un niño que andaba con las ovejas en el campo y había ido a llevarles comida a sus hermanos soldados, escuchó lo que Goliat decía y dijo: “Yo voy a pelear contra él”.
¿Dónde estaba la fuerza de David? ¿En su físico? ¿En sus brazos? Porque no es normal que alguien quiera luchar con un gigante fuerte como los que a veces se atraviesan en nuestro camino.
“Y Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde aquel día en adelante el Espíritu del Señor vino sobre David. Se levantó luego Samuel, y se volvió a Ramá”. 1 Samuel 16:13
¿Recuerda cuando Dios le dijo al profeta que fuera a la casa Jesé a ungir a un rey y llamaron a todos los hermanos menos a David, que fue dejado allá con las ovejas, hasta que Samuel preguntó si había otro hijo y, cuando David apareció, Dios le dijo al profeta “¡Este es!”? Entonces, cuando Samuel lo ungió: “… desde aquel día en adelante el Espíritu del Señor vino sobre David”.
¡Esa era la fuerza de David!
El Espíritu Santo estuvo con él desde aquel día. Cuando uno tiene el Espíritu de Dios tiene coraje, puede ser pequeño como David, ¡pero enfrenta a cualquier gigante! Porque el Espíritu Santo es el Propio Dios.
David se volvió fuerte internamente porque el Espíritu Santo estaba con él.
David le dijo a Goliat: “… yo vengo a ti en el nombre del Señor Todopoderoso, el Dios de los Ejércitos de Israel… Hoy mismo el Señor te entregará en mis manos. Te voy a vencer, y te voy a cortar la cabeza…”
Ahora usted entiende por qué David derrotó a Goliat, ahora usted ve la importancia de tener el Espíritu Santo. Cuando usted tiene el Espíritu Santo enfrenta y no huye, porque Dios está dentro de usted.
Las personas que son de la fe van a la lucha, nadie les saca la espada de la mano y enfrentan a cualquier gigante.
Muchos no tienen el Espíritu Santo porque hay algo que está estorbando. Una persona que tiene malos ojos, malicia, rencores, no puede recibir el Espíritu Santo. La persona tiene que vaciarse, el Espíritu Santo no va a venir sobre alguien que está en el pecado, Él quiere venir sobre usted, pero usted debe sacrificar el pecado.
Usted debe darse cuenta de qué está haciendo o dejando de hacer para que el Espíritu Santo no venga sobre usted.
Y solamente usted es quien tiene que hacer un análisis de su vida y ver qué está estorbando, para eliminar esa porquería y ponerla en el Altar. Cuando haga eso, el Espíritu Santo vendrá sobre usted y usted derribará a todos los gigantes.
David dijo que, así como Dios le había dado fuerzas para derribar al león y al oso para defender a sus ovejas, se las daría para derribar al gigante. ¿Lo dijo porque era un superhéroe? No, ¡lo dijo porque Dios estaba con él!
Una iglesia fuerte no es una iglesia llena, sino una donde las personas tienen el Espíritu Santo y, cuando Lo tienen, sea oso, sea león, sea gigante, lo vencen, porque el Espíritu Santo está dentro ellas.
Piense en eso.
Dios le bendiga.